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viernes, 29 marzo 2024

Se liberan cuatro vivienda en Sebastián Elcano. #AbrimosBankia.

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Después de la cacerolada convocada por las redes sociales en la Plaza de Lavapiés, se ha hecho pública la liberación de cuatro de las cerca de ochenta viviendas que Bankia mantení­a vací­as y tapiadas en Sebastián Elcano 36.

Bankia, afirman los convocantes en su página web es  «la mayor inmobiliaria del paí­s y responsable de más de un 70% de los desahucios ejecutados en Madrid, acosa desde hace meses a los inquilinos de renta antigua que quedan en el edificio con el objetivo de dejarlo vací­o. Como muestra de su voluntad meramente especulativa, tras la liberación de las primeras viviendas el pasado Enero, Bankia procedió a tapiar los inmuebles restantes para asegurar que ninguno más pudiese ser okupado. Esta mañana, en un contexto de indignación ciudadana ante la inyección de 24.000 millones de euros de fondos públicos en la entidad, un grupo de vecin@s apoyado por diferentes asambleas y colectivos implicados en la lucha por el derecho a la vivienda, ha anunciado el destapiado de cuatro de estos inmuebles para darles de nuevo el uso que nunca debieron perder.»

Los conovcantes afirman que «esta acción no es más que el principio de una campaña de denuncia pública de la actuación de Bankia que se desarrollará durante todo el mes de junio. Durante las próximas semanas se producirán actos de protesta en diferentes puntos del Estado con el objetivo de defender las siguientes reclamas:

-Paralización inmediata de los desahucios ejecutados por Bankia.

-Dación en pago y condonación de la deuda para todas las personas afectadas.

-Creación de un parque de vivienda en régimen de alquiler social con el stock de viviendas vací­as en manos de esta entidad.

Entrevista

Galerí­a de fotos a la derecha.

COMUNICADO LEíDO

LIBERADOS TRES PISOS PRISIONEROS DE BANKIA

Un grupo trasversal no es más ni menos que un conjunto de personas a las que no une nada más que un objetivo concreto pero determinante. Entre ellas no comparten estratos de edad, origen social ni motivaciones para actuar. Sin embargo, todas ellas quieren hacer algo y quieren hacerlo juntas.

Esto es el grupo de negociadoras de Bankia que se hizo cargo de los pisos ocupados de Sebastián Elcano nº36. Un grupo trasversal cuya intención era doble: denunciar la existencia de decenas (casi un centenar) de viviendas vací­as abandonadas a la especulación; y, por otro lado, tratar de negociar con Bankia (propietaria del inmueble) para que esas viviendas fueran rehabitadas por personas afectadas por la estafa inmobiliaria en condiciones económicamente razonables. Lo que llamamos un alquiler social.

De este modo, bajo el patro(matro)cinio de las asambleas barriales del 15M colindantes al edificio, este grupo de negociadoras se puso manos a la obra. Los pisos se abrieron de una vez, en una acción pública y apoyada por vecinas del barrio. La respuesta de Bankia fue tajante. Tapió con cemento el resto de los pisos desocupados. Ocupantes y vecinas se han visto, desde entonces, obligados a convivir con hileras de grises nichos en los interminables pasillos del edificio.

El grupo trasversal estaba constituido por familias con y sin personas dependientes, estudiantes, trabadores de nueva generación y personas de mediana edad (nacionales y migrantes), algunas paradas y otras con trabajo pero rentas muy humildes. La variedad de perfiles impide una descripción más escueta.

Para el grupo era importante la negociación, pero también cómo se llevarí­a a cabo ésta. Por este motivo, se establecieron lí­neas de trabajo abundantes y variadas.

Primero, hacia adentro, con las vecinas de los pocos pisos habitados con anterioridad a la entrada, muchas de ellas de renta antigua y maltratadas por la propiedad. Frente a ellas, se intentó ser delicado y transparente, comprendiendo los miedos y prejuicios que pudieran existir. El grupo informó de sus intenciones, se presentó y se ofreció a prestarles ayuda con las pequeñas repraciones del hogar. La asamblea, además, acordó respetar los horarios de las vecinas y desterrar cualquier comportamiento que pudiera resultar un obstáculo para la convivencia con personas tan mayores.

Segundo, hacia afuera. Toda vez que se hubo recompuesto la normalidad del edificio, las Asambleas intentaron ponerse en comunicación con Bankia. Para ello, escribieron a los respectivos departamentos legales de Bankia y Caixa Laietana expresando su preocupación por el estado de estas viviendas y la necesidad de regularizar la situación de los ocupantes. Por supuesto, no hubo respuesta.

Recientemente, el grupo trasversal escribió también a la entidad ofrenciendo ciertas condiciones de contratación. No para sí­ mismas, sino para personas afectadas por los miles de deshaucios que se producirán en la última quincena de junio por culpa del propio Bankia. Tampoco ha habido repsuesta.

Sin embargo, el silencio de la entidad de crédito (o más bien descrédito) no obsta para que su departamento legal prosiga con sus denuncias a los ocupantes, instanto tantos procedimientos por delitos de usurpación, como pisos ocupados hay. Quizá la peor parte es que en esas casas no existen moradores concretos, si no que están puestas al servicio de quien las necesita y cuándo las necesita, dentro de las redes de las distintas asambleas que participan. Cada habitación de Sebastián Elcano nº36 da cobijo a un protagonista distinto, con su historia particular.

Pero los sucesivos desalojos, y el posterior tapiaje de las puertas, demoronan dí­a a dí­a el proyecto de negociación. Y si el grupo se va o es desahuciado, estos espacios serán condenados de nuevo al desuso encementado y sepultados en la masa patrimonial de la ruinosa Bankia.

Por eso nuevamente acudimos a vosostras, a todas. No para pediros nada, sino para que pensemos juntas una solución. ¿Qué hacer?

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