Busca la sostenibilidad de su cadena e insta al sector primario a «plantar lo que quiera el cliente» y «tener asegurada la venta»
. Mercadona cerró 2014 con un beneficio neto de 543 millones de euros, lo que supone un aumento del 5 por ciento respecto al año anterior y un 2,9 por ciento de la cifra de ventas.
A su vez, las ventas de la cadena de supermercados valenciana subieron un 2 por ciento, hasta alcanzar los 20.161 millones de euros, según los resultados dados a conocer en rueda de prensa por el presidente de la compañía, Juan Roig, quien ha apuntado que, a igual superficie, las ventas han bajado un 0,5 por ciento.
Preguntado por el incumplimiento de las previsiones fijadas para 2014, ha asegurado que están «muy contentos de cómo han ido las ventas de Mercadona y de cómo han ido los beneficios», pese a no haber podido «llegar a las previsiones del todo».
La empresa invirtió 655 millones, un 1 por ciento más, abrió 60 tiendas, reformó otras 30 y cerró seis, hasta tener 1.521, mientras que mantuvo su plantilla en 74.000 personas, con una rotación del 2,5 por ciento, que Roig incluye entre las cuestiones a mejorar.
También realizó inversiones significativas en la construcción del Bloque Logístico de Abrera (Barcelona), ya en funcionamiento en una primera fase y estará acabado en 2017, así como el desarrollo y puesta en marcha del nuevo Centro de Proceso de Datos en Albalat dels Sorells (Valencia), con una inversión cercana a 120 millones.
Según Roig, Mercadona tuvo una contribución tributaria de 1.484 millones, entre impuestos directos e indirectos, y compartió el 25 por ciento del beneficio bruto con sus trabajadores, con una prima por objetivos de 263 millones, otro 25 por ciento con la sociedad, con 236 millones de impuesto de sociedades, reinvirtió un 40 por ciento, 446 millones para aumentar sus recursos propios hasta 3.884 millones, y repartió el 10 por ciento restante entre accionistas.
ABARATA UN 2% EL ‘CARRO MENÚ’
En 2014, Mercadona bajó un 2 por ciento el precio de su ‘carro menú’, lo que se traduce en un ahorro medio de seis euros mensuales por familia, según Roig, que ha citado otras medidas en este sentido como aumentar el tamaño de los paquetes de arroz o zumo.
En cuanto a su implantación en frescos, están «en la mitad» respecto a secos, tras crecer un 5 por ciento kilitros a igual superficie, un 2 por ciento en pescado y un 7 por ciento en frutas, mientras que en horno esperaban «crecer más» pero se han mantenido. «Cuesta muchísimo vender frescos, no tenemos imagen de ser buenos en frescos, lo estamos consiguiendo en frutas y verduras y pescado, en horno no tanto y en carne, estamos en ello», ha aseverado.
De cara a 2015, prevé crecer un 3 por ciento en ventas, hasta 20.500 millones de euros, y un 1 por ciento en beneficio neto, hasta los 550 millones, así como invertir 650 millones, reformar 30 tiendas y abrir otras 60, fundamentalmente en Euskadi, Navarra, Cataluña y Madrid, con previsión de llegar a Ceuta y Melilla en torno a 2017 y 2018. También sumará interproveedores, como los 14 nuevos de 2014, sobre todo en frescos y en Euskadi y Navarra.
SOSTENIBILIDAD POR DELANTE DEL CRECIMIENTO EXTERIOR
Roig ha insistido en la importancia de la productividad, que subió un 4 por ciento en 2014, y en la apuesta por contar la cadena agroalimentaria sostenible de Mercadona, que denomina ‘Caspopdona’, y de hecho, preguntado por el crecimiento exterior de la compañía, ha afirmado que «es una prioridad mucho mayor» que «los agricultores, ganaderos y pescadores sean sostenibles en España».
Ese modelo, que considera «trasladable» al resto del tejido productivo español, «implica pensar en los cinco componentes, empezando por el cliente», y después «el trabajador, el proveedor, la sociedad y el capital, tan importante como los otros pero en último lugar», ha apostillado.
Para Roig, «el sector primario tiene que tener asegurada la venta, pero antes de eso tiene que plantar y hacer lo que quiera el cliente, y con esas dos cosas, es sostenible». «Todos nuestros proveedores ganan dinero en el largo plazo, todos ganan dinero, sobre los demás distribuidores, cada uno hace lo que cree», zanja.
A preguntas de los medios, ha descartado entrar «en la discusión de qué es marca blanca y qué no es marca blanca o qué porcentaje hay», ya que «todos los productos que se producen, los producen fabricantes» y su «obsesión» es centrarse en ofrecer al cliente «calidad muy buena y los precios más bajos posibles».
Tampoco se ha pronunciado acerca del «debate sobre la ética y la desigualdad» surgido por la crisis: «Esto es la rueda de prensa de Mercadona y yo me centro en hablar de Mercadona, que es de lo que más sé y en lo que me tengo que centrar», ha replicado.
«HOY POR HOY NO SE PREVÉ ABRIR LOS DOMINGOS»
Por otro lado, ha remarcado que «hoy por hoy no se prevé abrir los domingos», por conciliación laboral y por la forma de gestionar la empresa, aunque «hay que hacer lo que haga falta» y «si un día hay que cambiar», lo harán.
«Los domingos tienen un problema, que si se abre, los que estamos aquí tenemos que trabajar y los cajeros y las cajeras, también, y ni ellos ni nosotros queremos trabajar», ha bromeado Roig, quien ha agregado que «si hace falta se trabaja» y que, de hecho, abren «en verano en algunos sitios» y por festivos seguidos.
«Si cambia tanto la situación económica del país, la forma de ver el país y los domingos se abre, nos lo plantearemos y lo haremos, pero hoy por hoy no se prevé abrir los domingos», ha insistido, para después matizar que «no es lo mismo abrir para alimentación que para otro tipo de trabajos».