Advierte de que la amenaza terrorista para España «proviene de todos los puntos cardinales», no sólo de Libia. El ministro de Defensa en funciones, Pedro Morenés, ha afirmado este martes desde la base ‘Miguel de Cervantes’ de Marjayoun, en el sur de Líbano, que las tropas españolas continuarán en este país hasta que la situación se estabilice y no sea posible una vuelta a las tensiones que obligaron a poner en marcha esta misión hace ahora diez años.
«El compromiso de España continúa y seguiremos aquí hasta saber que el objetivo esté consolidado y estabilizado y no haya una vuelta a una situación tan tensa y violenta como la que hubo» en 2006, con la guerra entre Israel y la milicia libanesa Hezbolá, ha explicado Morenés en declaraciones a los periodistas que le han acompañado en su visita para presidir los actos conmemorativos del décimo aniversario de la misión.
El ministro ha confirmado que «no está previsto» ningún descenso, aunque tampoco ningún aumento, en el número de efectivos desplegados en esta misión, algo más de 600. «Es una fuerza suficiente. En los últimos cinco años, España ha incrementado su presencia en el exterior, en operaciones de todo tipo, y tenemos que dosificar capacidades», ha apuntado.
España participa desde hace diez años en la Fuerza Provisional de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) con la misión de verificar el cese de hostilidades entre Israel y Hezbolá, apoyar el despliegue del Ejército libanés en el sur y sus operaciones con el retorno de desplazados, así como apoyar al Gobierno del país en su responsabilidad de desarmar a las milicias.
España lidera el Sector Este de FINUL, en el que también están integrados batallones de India, Nepal e Indonesia, además de una compañía de Malasia y un hospital Role 2 chino. Todos estos efectivos están desplegados en la base ‘Miguel de Cervantes’, al borde de la Línea Azul, la demarcación entre Líbano e Israel que hizo Naciones Unidas en el año 2000 y, por tanto, una de las zonas más sensibles e inestables del país.
HOMENAJE A LOS 14 FALLECIDOS
En estos diez años, se han desplegado un total de 25 contingentes españoles, siempre en la base ‘Miguel de Cervantes’ y 23.769 cascos azules, de los cuales 14 han perdido la vida, entre ellos el cabo Francisco Javier Soria Toledo, fallecido por un bombardeo de Israel en enero de 2015. El ministro ha recordado a todos ellos y les ha agradecido su «compromiso y entrega» con «la paz y la seguridad» en Líbano y, por consiguiente, en toda la región.
Para conmemorar estos diez años de misión, Morenés ha presidido en la plaza de armas de la base un homenaje a los caídos y un desfile en el que han participado los militares españoles que están actualmente desplegados, concretamente alrededor de 600 hombres y mujeres de la Brigada Paracaidista (BRIPAC), más 12 efectivos de la Guardia Civil.
Desde que llegaron los primeros cascos azules el 15 de septiembre de 2006, las tropas españoles han realizado 154.091 patrullas durante las cuales han recorrido una distancia de más de 20 millones de kilómetros. Han participado en 1.423 misiones de desactivación en las que han retirado 4.424 minas y otros artefactos, limpiando así una superficie de 454.296 metros cuadrados, el equivalente a 45 campos de fútbol.
A pesar de todo, la situación general en Líbano es considerada por el Gobierno español como de «calma tensa», ya que continúa marcada por las «tensiones sectarias» en el país, con una de las realidades religiosas y políticas más complejas, pero también por las hostilidades que no cesan entre Israel y Hezbolá.
¿INFLUIRÁ EL BLOQUEO POLÍTICO?
Tras reiterar el compromiso del Ejecutivo con esta operación, Morenés ha remarcado que la situación de bloqueo político en España y, por tanto, la ausencia de un nuevo gobierno desde diciembre del año pasado, no influirá «en absoluto» en la participación de nuestro país en la FINUL.
«FINUL es esencial para nuestra seguridad. Somos un país comprometido y España es reconocido por ello», ha afirmado, palabras que también ha dirigido al viceprimer ministro y ministro de Defensa libanés, con quien se ha reunido en Beirut esta mañana, antes de trasladarse en helicóptero a la base española.
Sin embargo, no se ha querido pronunciar sobre si el Gobierno podría prorrogar todas las misiones internacionales en las que participa España, en caso que en diciembre continúe en funciones. «Cuando lleguemos a ese río, pasaremos el puente», se ha limitado a señalar.
Morenés ha explicado que su homólogo le ha transmitido que «la situación de seguridad en Líbano está muy consolidada» a pesar de la «inestabilidad» que desde hace años se vive en la zona debido fundamentalmente a la influencia de la guerra de Siria.
CUALQUIER PAÍS ESTÁ AMENAZADO
Este conflicto ha elevado la alerta terrorista en la región y ha facilitado la expansión del grupo terrorista Estado Islámico (también conocido como DAESH) hasta el Magreb, especialmente Libia, donde tiene una presencia importante.
Sin embargo, Morenés ha dicho que esto «no es ninguna novedad» y que en «cualquier país» está «amenazado», pues en cualquier parte puede haber células terroristas. Por eso, cree que no es «ninguna novedad» señalar que el territorio libio puede ser utilizado por el Estado Islámico como base para atacar España.
«La amenaza proviene de todos los puntos cardinales. El enemigo es el terrorismo y hay que combatirlo independientemente de las creencias», ha resaltado el responsable de Defensa.
MINA RUSA DE LOS AÑOS OCHENTA
El décimo aniversario de la misión en Líbano coincidió con un sobresalto para las tropas españolas. Sólo un día antes de cumplirse los diez años, cuatro militares salieron ilesos de la explosión de una mina que pisó accidentalmente el vehículo blindado ‘Lince’ en el que se desplazaban, a un kilómetro de la base.
Morenés ha confirmado este martes que se trataba de un artefacto ruso antiguo, muy probablemente de los años ochenta, armado con varios kilos de explosivo que no fue retirado cuando la zona se limpió de minas. El ministro se ha alegrado de que en el incidente no hubiera que lamentar daños personales, algo que ha atribuido al blindaje del ‘Lince’.
Por eso, España ha reclamado tanto a la FINUL como al Ejército libanés una «revisión exhaustiva» del terreno para limpiarlo de otros posibles artefactos antiguos que hayan podido quedar dispersos por la zona.