El Ateneo de Madrid acoge del 2 de febrero al 22 de marzo de 2017 una serie de encuentros enmarcados en el ciclo Cataluña en la encrucijada con el objetivo de crear “un clima de diálogo para alcanzar el debate constructivo en torno a Cataluña y sus aspiraciones de futuro”. La tercera jornada celebrada el martes 21 de marzo tuvo como protagonistas al ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, y al ex ministro de Asuntos Exteriores del Partido Popular, José Manuel García-Margallo.
Ambos políticos, representantes de posturas enfrentadas durante la pasada legislatura, mantuvieron un debate sobre la legitimidad de las peticiones del Gobierno Catalán sobre el derecho a decidir la naturaleza de la relación de esta autonomía con el resto del Estado.
Artur Mas aun afirmando que la Constitución Española tiene legalidad en Cataluña aseguró que “ha perdido la legitimidad ante una parte significativa de la población”. Esta situación, explicó, se pone de relieve con las dos terceras parte de un Parlament abiertamente a favor del derecho a decidir y en el pulso de la calle que en cinco años ha protagonizado “seis enormes manifestaciones”. Recriminó, además, al Ejecutivo de Rajoy que ante “el primer problema político de España no haya presentado iniciativa alguna para solucionarlo”.
El problema de la historia
El ex ministro García-Margallo comenzó su turno de palabra igualmente tajante al afirmar, tras recordar media docena de efemérides históricas, que “Cataluña nunca ha sido un reino independiente”.
Añadió que el secesionismo catalán sólo se ha visto engrandecido en crisis internas de España o en momentos de conflictos con el exterior. De este modo, la crisis económica ha sido, a su juicio, el elemento que ha favorecido este enconamiento de la situación en los últimos años.
Y si el ex ministro apelaba a la historia, el ex presidente Mas hacía lo propio: esgrimió que en el siglo XIV, de cuando asegura que data el primer president de la Generalitat, “España aun no tenía identidad” y añadió (en referencia a tiempos más recientes) que antes de que aprobara la Constitución de 1978 se recibió y celebró el regreso del president Tarradellas.
Ante esta deriva historicista, Margallo expuso los peligros que suponen “hacer de la historia un material inflamable” y crear un precedente permitiendo que en Cataluña se de cabida a un referéndum sobre la independencia.
Los vetos y los votos
El ex presidente de la Generalitat de Cataluña subraya que “sobran vetos y faltan votos” en referencia a la necesidad de dar cabida a un referéndum que permita al pueblo catalán decidir sobre el modo de relacionarse con el resto del Estado.
Margallo respondió que “lo que aprobamos todos juntos (la Constitución), tenemos que reformarlo todos”, porque si se quiere invocar a la Constitución no se puede incluir en ésta un derecho que no reconoce.
Para Mas esta negativa escenifica la negativa a “aceptar un reto pacífico y democrático” y remarcó que no sería en ningún caso un golpe de Estado. Además, recordó que en los últimos años han surgido muchos nuevos Estados para los que siempre se han encontrado caminos.
Margallo rebatió este punto al señalar que es un “riesgo temerario” embarcar a una población en la “pretensión de que haya una posibilidad remota de que Cataluña sea reconocido como Estado”.
El ex ministro subrayó, en este sentido, que las instituciones internacionales como la OTAN o la Unión Europea nunca aceptaría en su seno a una región que “unilateralmente decidió separarse de forma ilegal de un Estado”.
El ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, no concedió ninguna entrevista después del debate, pero quiso valorarlo para los lectores de DID.
Tensiones no resueltas
A la llegada al Ateneo de Madrid, el ex presidente Mas fue recibido en la calle entre insultos por un pequeño grupo de manifestantes de ultraderecha vinculados a Falange y Alianza Nacional. El ex presidente de la Generalitat escuchó también gritos de “traidor” y consignas como “que no te engañen, Cataluña es España” mientras proferían.”
Ya en la sala el debate se desarrollo de un modo más sosegado y ambos ponentes recibieron aplausos por parte de los asistentes en algunos momentos de su intervención. La tranquilidad se vio perturbada con algún grito aislado de “mentiroso” ante algunas de las afirmaciones de Mas y en el turno de palabra algunos asistentes intervinieron con vehemencia en alguna ocasión, sobre todo, para recriminar la actitud y pretensiones del ex presidente de la Generalitat.
Este miércoles 22 de abril se celebra el cuarto y último encuentro de este ciclo Cataluña en la encrucijada que consistirá en una mesa redonda donde participarán Jordi Roca (PP), Juan Carlos Girauta (Ciudadanos), Joan Tardá (ERC), Meritxell Batet (PSC), Xavier Doménech (En comu podem) y Carles Campuzano (Partido Europeo Demócrata Catalán).