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jueves, 28 marzo 2024
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Bruselas quiere que todos los envases de plástico de la UE sean reutilzables o reciclables en 2030

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La Comisión Europea ha presentado este martes 16 de enero una nueva estrategia para atajar el daño de los plásticos sobre el medio ambiente, con la que pretende conseguir que todos los envases de este material sean reutilizables o reciclables en 2030, reducir el consumo de plásticos de un solo uso y restringir la utilización de microplásticos.

El vicepresidente primero del Ejecutivo comunitario, Frans Timmermans, y el vicepresidente responsable de Empleo, Crecimiento e Inversión, Jyrki Katainen, han presentado en una rueda de prensa en Estrasburgo (Francia) la iniciativa, cuyo objetivo es «proteger el medio ambiente y al mismo tiempo poner los cimientos para una nueva economía del plástico».

«Para 2030, que es dentro de 12 años, todos los envases de plástico en el mercado europeo deben ser reutilizables o reciclables de una manera rentable», ha expresado el holandés, después de señalar que los envases de este material representan el 60% de los desperdicios anuales de plástico en Europa.

«El 95% del valor de estos envases, que equivale a entre 70.000 y 105.000 millones de euros, se pierden en la economía cada año. Por eso, abordar (el la cuestión de) los envases de plástico es una prioridad», ha defendido.

Bruselas calcula que cada año se generan en el bloque comunitario 26 millones de toneladas de desperdicios de plástico, pero únicamente el 30% se recicla, mientras que el 70% restante se incinera o se lleva a vertederos.

Para conseguir que en 2030 todos los envases de plástico sean diseñados para ser reciclables o reutilizables, Bruselas ha anunciado que trabajará en una revisión de la directiva sobre envases y residuos de envases, con el fin de «revisar qué tipo de envases pueden ponerse en el mercado» y permitir que se reciclen «fácilmente y de una forma rentable».

PLÁSTICOS EN EL MAR

La estrategia también aborda el problema de los plásticos que acaban en los mares con varias medidas, tanto en el corto plazo como en el medio y largo plazo. «Cada segundo desaparecen 700 kilogramos de plástico en nuestros océanos. En 2050, si no cambiamos nuestras políticas, habrá más plásticos en el mar que peces», ha alertado Timmermans.

De hecho, la única propuesta legislativa que incluye de momento la estrategia establece nuevas normas para las instalaciones portuarias receptoras, con medidas para asegurar que los residuos que se generan en los barcos o que se recogen en el mar son devueltos a tierra y gestionados de una forma adecuada posteriormente.

La Comisión Europea estima que la mitad de los residuos que acaban en los mares son plásticos de un solo uso, como colillas de cigarro, botellas y sus tapones, toallitas sanitarias, bastoncillos de algodón, bolsas de patatas o globos. Para atajar el problema, Bruselas ha comenzado a preparar nuevas normas para estos productos que planteará a lo largo de este año, tras un periodo de consultas.

También está examinando opciones para evitar que acaben en el mar los llamados microplásticos, aquellos con un tamaño inferior a los cinco milímetros que se utilizan de forma intencionada en productos para cumplir una función determinada (como partículas en cosméticos como agentes exfoliantes) o porque se generan por la ruptura de plásticos más grandes.

El foco del Ejecutivo se centra en el segundo grupo, para los que está estudiando posibilidades como el etiquetado, unos requisitos mínimos para el diseño y la durabilidad, métodos para evaluar las cantidades y las vías que siguen en el entorno y financiar proyectos de investigación y desarrollo.

Por último, Bruselas ha señalado que asistirá a las autoridades nacionales y a las empresas europeas sobre cómo minimizar los residuos de plástico en origen. En esta línea, se elevará el apoyo a la innovación en este campo en 100 millones de euros para financiar el desarrollo de materiales de plástico «inteligentes» y más reciclables.

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