El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha apoyado este martes la posición del Defensor del Pueblo sobre los lazos amarillos colocados en multitud de lugares de Cataluña para apoyar el independentismo y a los políticos presos, porque considera «una obviedad democrática que los espacios públicos, que son de todos, no pueden ser ocupados con símbolos que son solo de unos».
El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, emitió este lunes una declaración institucional en la que pide que en la Junta de Seguridad del próximo jueves, donde se reunirán representantes del Gobierno central y de la Generalitat, se aborde la retirada de los lazos amarillos de los edificios públicos. En cuanto a los espacios públicos, recuerda que están sometidos a reglas para garantizar que su uso es compartido por todos, pero no llega a instar a su retirada.
Para el ministro, quienes hacen llamamientos a que no se quiten ni se pongan lazos deberían tener en cuenta que esos símbolos, que representan «a una determinada orientación política», también han sido puestos por alguien.
Borrell se ha pronunciado sobre este asunto durante una rueda de prensa junto a su homólogo palestino, Riad al Malki, que ha admitido desconocer la polémica sobre los lazos. «Mejor para usted», ha bromeado su anfitrión.
Justo después, Borrell ha evitado responder a otra pregunta sobre la situación de Cataluña, y en concreto sobre el rechazo de ERC a la propuesta que lanzó el lunes Sánchez. «No debo aprovechar esta excelente ocasión de hablar de los problemas de Palestina para comentar las decisiones del presidente del Gobierno, que se comentan solas», ha dicho.