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viernes, 29 marzo 2024
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El Banco de España ve una desaceleración «en parte prevista» y afectada por el deterioro internacional

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Avisa de riesgos como la fragmentación parlamentaria y desequilibrios como el paro o la deuda pública.

El Banco de España señala que el crecimiento de la economía española «se está reduciendo» y refleja una desaceleración que «en parte era prevista», pero que también recoge el deterioro del entorno internacional, y avisa de riesgos como la incertidumbre derivada de la fragmentación parlamentaria o un hipotético repunte de la incertidumbre asociada a Cataluña.

Así lo ha señalado el director general de Economía y Estadística del organismo supervisor, Óscar Arce, durante su conferencia sobre los nuevos retos para la inversión y la creación de valor en una jornada organizada por Expansión y Mutuactivos, en la que se ha referido a la reducción del crecimiento de la economía en los últimos meses.

Arce ha explicado que el alza del PIB se está contrayendo y muestra una desaceleración que «en parte» estaba ya prevista, pero que también recoge el reciente deterioro del entorno internacional, si bien se espera un crecimiento «superior al potencial en el medio plazo».

Sin embargo, ha apuntado que esta previsión no está exenta de riesgos, ya que en la vertiente externa se sitúan las incertidumbres asociadas a los efectos del proceso de normalización de las políticas monetarias, en particular en Estados Unidos, a las condiciones financieras globales y a la situación de ciertas economías emergentes.

A esto se suma el posible resurgimiento de tensiones geopolíticas o una eventual escalada en la adopción de medidas proteccionistas. «De particular relevancia para la economía española resultan el desenlace del Brexit y la situación en Italia», ha advertido.

No obstante, cree que la situación fiscal italiana ha tenido un impacto «notable» en el riesgo financiero de ese país, aunque de momento el efecto en otros socios de la UE es «limitado».

DESEQUILIBRIOS: PARO, DEUDA PÚBLICA Y PRODUCTIVIDAD

En el plano interno, ha indicado que la fragmentación parlamentaria genera incertidumbre sobre el curso de algunas de las principales políticas económicas, y ha señalado también que un hipotético repunte de la incertidumbre, asociada a la situación política en Cataluña, sigue representando «un riesgo adicional para la estabilidad económica».

Además, ha hecho hincapié en que persisten algunos desequilibrios que ve necesario corregir para consolidar un mayor crecimiento en el largo plazo, como la tasa de paro, la productividad, la deuda pública o la posición de inversión internacional neta. Adicionalmente, ha advertido de que el envejecimiento de la población es un reto «de primer orden» para el crecimiento potencial y las finanzas públicas al limitar el número de personas activas.

A nivel europeo, Arce ha afirmado que el área del euro se está desacelerando en 2018 «más de lo esperado, tras un impulso notable en 2017, si bien espera que prosiga la fase expansiva, apoyada en varios elementos de soporte, como la mejora progresiva del mercado de trabajo y unas condiciones financieras «holgadas».

A su vez, prevé que la política fiscal en el área del euro sea «ligeramente expansiva» en los dos próximos años, mientras que la política monetaria continuará proporcionando el estímulo necesario para que la inflación mantenga el ajuste sostenido hacia niveles en línea con el objetivo.

Estos factores, ha dicho, continuarán respaldando el crecimiento económico de la UEM por encima del potencial, aunque éste se verá afectado por la desaceleración del comercio exterior y el incremento de la incertidumbre, que ya están motivando revisiones a la baja en el crecimiento esperado, aunque no recogen la «sorpresa negativa» del tercer trimestre.

De esta forma, el BCE, el FMI y el Eurobarómetro proyectan un alza del 2% este año, frente al 2,1% de Bruselas y el 1,9% de la OCDE. Para 2019, las previsiones de la Comisión Europea y el FMI apuntan a un alza del 1,9%, mientras que las del BCE y la OCDE recogen un 1,8% y el Eurobarómetro un 1,7%.

LA «FATIGA» DE LA ECONOMÍA MUNDIAL

De igual forma, Arce ha indicado que la economía mundial muestra «señales de fatiga» y se observan divergencias crecientes entre países, en un contexto en el que el estímulo fiscal está contribuyendo a mantener el crecimiento de Estados Unidos.

En un entorno global macrofinanciero «más incierto», Arce ha avisado sobre la ralentización del comercio internacional este año y la materialización de amenazas proteccionistas, puesto que «una escalada proteccionista en EEUU tendría un impacto significativo sobre la actividad».

Según ha explicado Arce, el empeoramiento del comercio internacional explica una parte importante de la sorpresa negativa del crecimiento mundial en 2018. El BCE, el FMI, la OCDE y la Comisión Europea proyectan un alza del 3,7% este año, que mantiene para 2019 solo el FMI, ya que el resto lo rebajan a un 3,5%.

De igual forma, Arce ha señalado que el endurecimiento de las condiciones financieras en Estados Unidos afecta a los mercados emergentes.

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