Este viernes llega a los cines españoles Alita: Ángel de combate, la adaptación a la gran pantalla del mítico manga de Yukito Kishiro que dirige Robert Rodríguez (Sin City, Abierto hasta el amanecer).
Un filme producido por James Cameron, que comenzó a trabajar en esta adaptación hace ya casi dos décadas y que finalmente dejó en manos de Rodríguez ante la imposibilidad de compatibilizar el rodaje de Alita con el de las cuatro secuelas de Avatar. Precisamente el director de Titanic y Terminator es el encargado de presentar un trepidante aperitivo de la película en el que la protagonista, encarnada por la joven Rosa Salazar, demuestra sus increíbles capacidades.
«Esta escena sirve como presentación del Motorball, un competitivo deporte que tiene un papel predominante en la historia», adelanta Cámeron en la presentación de esta escena en primicia del filme para los lectores de Europa Press.
La película arranca cuando Alita (Rosa Salazar) se despierta sin recordar quién es en un mundo futuro que no reconoce. Allí es recuperada por Ido (Christoph Waltz), un médico compasivo, se da cuenta de que en algún lugar de ese caparazón de cyborg abandonado, está el corazón y alma de una mujer joven con un pasado extraordinario.
Mientras Alita toma las riendas de su nueva vida y aprende a adaptarse a las peligrosas calles de Iron City, Ido tratará de protegerla de su propio pasado, mientras que su nuevo amigo Hugo (Keean Johnson) se ofrecerá, en cambio, a ayudarla a desenterrar sus recuerdos.
Cuando las fuerzas mortales y corruptas que manejan la ciudad comienzan a perseguir a Alita, ella descubre una pista crucial sobre su pasado: posee habilidades de combate únicas que los que ostentan el poder querrán controlar a toda costa. Sólo manteniéndose fuera de su alcance, podrá salvar a sus amigos, a su familia y el mundo que ha aprendido a amar.