La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha negado haber planteado la eliminación de la caza en unas declaraciones realizadas al principio de su mandato y considera que las críticas que ha recibido por ese motivo son una «maniobra de distracción que genera ruido, alimenta el miedo con respecto al futuro», algo de lo que ha dicho ser «poco partidaria».
Durante su participación en los ‘Desayunos Informativos’ de Europa Press, Ribera ha dicho que a su juicio es un «elemento anecdótico» que le preguntaran si la gusta la caza porque no es su competencia, bien distinto a que ella haya planteado efectivamente su eliminación, aunque tiene «claros» sus planteamientos.
«A mi no me gusta la caza. Habrá a quien le guste la caza y a quien le parezca un horror, pero creo que hay que tener claros los planteamientos», ha manifestado.
En ese sentido, ha lamentado la capacidad de concentrarse en «elementos anecdóticos» y considera que el debate que sí le parece serio es el futuro del mundo rural, como los conciudadanos del mundo rural viven en condiciones de servicio, respeto y reconocimiento del valor a su actividad o presencia necesaria.