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jueves, 25 abril 2024
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Un total de 85 organizaciones sociales piden a los políticos que «no negocien con la extrema derecha»

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Sindicatos y ONG feministas, LGTBI, de migrantes o memoria histórica plasmarán este domingo ante el Congreso su rechazo a partidos como Vox.

Más de 85 organizaciones sociales, representantes de colectivos feministas, LGTBI, migrantes, de la memoria histórica y sindicatos, entre otros, han reclamado este jueves a la clase política y a las instituciones que «no negocien ni pacten con la extrema derecha» tras las elecciones del 28 de abril, y que, a su juicio, busca «el fin» de la democracia en el país.

A través de un manifiesto, bajo el lema #NiUnPasoAtras, estas entidades han manifestado su rechazo a quienes lleguen a acuerdos con formaciones que en su programa defienden la «limitación o eliminación de distintos logros sociales» conseguidos en las últimas décadas. Esta situación, denuncian, pondría en peligro estos avances que son «básicos» para «una sociedad justa e integradora» en la que los poderes públicos «han de estar al servicio de la ciudadanía sin exclusiones».

La portavoz de la asociación ‘Todos los niños robados son también mis niños’, Carmen Luque, ha señalado que «sólo con soluciones democráticas» se puede «dar un portazo» a la «gente siniestra» que «quiere implantar medidas de odio», como eliminar la Ley de Violencia de Género, la que reconoce los derechos del colectivo LGTBI o que quiere permitir «el uso de armas en los hogares».

Estas declaraciones se refieren a las propuestas defendidas por Vox, una formación que, para la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez Del Campo, han «aparecido» en la escena política creando un «momento peligroso» para los derechos de los españoles.

Sin embargo, Pérez Del Campo no cree que el partido de Santiago Abascal sea la única extrema derecha Española. A su juicio, en el país «la derecha no existe, sino que hay una extrema derecha con tres nombres distintos: PP, Ciudadanos y Vox», ya que, a su juicio, «todos vienen del mismo vientre biológico» que es la formación de Pablo Casado.

«MEDIDAS DE ODIO»

Por ello ha llamado a la sociedad española a «despertarse» y «no votar a los partidos que se denominan de derechas» y que, a su entender, «apoyan» sus programas electorales en «la violencia contra los demás».

Por su parte, el secretario de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB), Carlos Castaño, ha rechazado a aquellos partidos con «discurso de odio» que «reabren debates» que ya estaban solucionados desde hace tiempo y ha pedido a los medios de comunicación que informes «de forma responsable», negándose a que estas «medidas de odio» marquen la agenda de su actividad profesional.

Preguntados sobre si este tipo de reclamaciones puede estar dando mayor visibilidad mediática a Vox, tanto Pérez del Campo como Castaño, lo han negado rotundamente. En su opinión, es el partido de Abascal el que se está haciendo publicidad, mientras ellos sólo alertan del problema que puedan generar, porque, ante sus propuestas, «quien calla otorga».

MENSAJES «FALSOS» SOBRE MIGRACIÓN

«Estamos haciendo énfasis en el problema que quieren crear», ha apuntado Joe Tenorio, portavoz de la Asociación de Izquierda Latinoamericana.

Tenorio, en su caso, se ha dirigido a la comunidad migrante para recordarles que no son «herramientas políticas» de nadie y ha lamentado que se está usando en la campaña electoral de la extrema derecha datos «falsos» sobre la llegada de inmigrantes a España. Además, ha denunciado la dejadez existente en torno a la Ley de Extranjería a la que «no se le ha dado ninguna mejora» en los últimos años, ni tampoco «se ha creado una nueva».

Todas estas reivindicaciones, son las que van a llevar a las organizaciones sociales frente al Congreso este domingo, 7 de abril, a las 12.00 horas. Desde las entidades que han promovido esta iniciativa, piden a quien comparta estas reclamaciones que se acerque a la Cámara baja. «Mostraremos nuestro rechazo a la extrema derecha y defenderemos que estas organizaciones no deben entrar en las instituciones», han concluido.

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