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jueves, 28 marzo 2024
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Un total de 7.410 mujeres han sufrido lesiones físicas por parte de sus parejas o exparejas en lo que va de año

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Un total de 7.410 mujeres han sufrido lesiones físicas por parte de sus parejas o exparejas en los primeros cuatro meses de 2019, según datos del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso Europa Press. Este jueves por la noche, una mujer de 32 años que residía en un centro de acogida para mujeres maltratadas, resultó herida grave en Granada tras ser apuñalada presuntamente por su expareja.

En la actualidad, no existe para las mujeres que han sido heridas graves o leves por sus parejas o exparejas una estadística similar a la de las víctimas mortales por violencia de género que realiza la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género y se actualiza cada vez que hay un nuevo caso.

Si bien, este organismo, dependiente del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, está valorando la posibilidad de elaborar algún tipo de estadística, aunque por el momento no se ha tomado ninguna decisión al respecto, según han señalado a Europa Press fuentes de Presidencia. Si bien, se estudian los criterios a seguir, por ejemplo, si pudiera ser el de hospitalizaciones, para que quede reflejado el número de mujeres heridas por violencia machista.

En todo caso, desde este organismo, señalan que el Ministerio del Interior recoge algunos datos, como los mencionados de mujeres que han sufrido lesiones, que se extraen a partir de las denuncias, y apuntan que habría que estudiar cómo abordar una estadística de este tipo sin duplicar cifras.

No se trata de un asunto nuevo, sino que otros ejecutivos también han valorado la necesidad de llevar a cabo una estadística sobre mujeres maltratadas heridas. En julio de 2013, durante el primer gobierno de Mariano Rajoy, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad anunció que barajaba la posibilidad de ampliar la información estadística sobre la violencia de género mediante la inclusión de nuevos parámetros que contabilizasen, entre otros, el número de mujeres que son ingresadas en un hospital como consecuencia de malos tratos.

Finalmente, la única referencia a este tema apareció recogida en la Estrategia Nacional 2013-2016, que se limita a mencionar la necesidad de mejorar la recogida de datos estadísticos sobre violencia de género procedentes del ámbito sanitario.

COORDINACIÓN CON LOS HOSPITALES

El exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género, Miguel Lorente, considera que no debería ser «excesivamente complejo» establecer un protocolo de coordinación con los hospitales para incluir en las estadísticas actualizadas a las mujeres maltratadas heridas, aunque reconoce que la dificultad está en coordinarse y realizar un seguimiento del caso para comprobar que se trata de violencia machista.

«Para contabilizar los casos de homicidio fue necesario crear la figura de las unidades de violencia de género para que fueran ellas quienes se pusieran en contacto directo con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que intervenían en los homicidios para obtener información directa del caso y las circunstancias. Cuando el resultado no es de muerte ese conocimiento se diluye entre distintas instituciones», ha explicado Lorente en declaraciones a Europa Press.

Así, ha indicado que el hospital da la información al Juzgado y, a partir de ahí se puede iniciar una investigación, pero ha precisado que otras veces el centro hospitalario transmite la información a la Policía. Además, ha añadido que existe la dificultad de identificar desde un primer momento el motivo de las lesiones de la mujer ingresada.

CASOS EN INVESTIGACIÓN

«Incluso cuando hay un homicidio, aparecen en los datos como casos en investigación. Cuando el resultado no es de muerte, muchas veces no tienes constancia en los primeros momentos de si esa mujer ha sido apuñalada por su pareja, por un conocido o por alguien que la ha intentado robar. Hay elementos que en un primer momento pueden dificultar esa comunicación inmediata y exigiría un seguimiento para poder constatar si se ha producido por violencia de género», ha matizado.

La solución, a su juicio, sería poner en marcha un mecanismo por el cual se pueda establecer la coordinación necesaria para que los casos de mujeres hospitalizadas sean seguidos desde las propias Unidades de Violencia de Género.

Sobre el hecho de que en otros ámbitos, como los accidentes de tráfico, sí existan estadísticas actualizadas de heridos leves y graves y en la violencia de género no, Lorente ha precisado que la diferencia radica en que mientras en el tráfico «hay una fuente muy segura porque la intervención permite conocer en qué circunstancias se han producido esas lesiones», en la violencia machista, «cuando se interviene no se sabe en un principio si es o no violencia de género».

En cualquier caso, ha insistido en que «no es imposible de abordar» y «no es difícil» crear ese mecanismo de coordinación para que las mujeres heridas por sus parejas o exparejas aparezcan en las estadísticas de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. De hecho, ha indicado que sería positivo para que la sociedad tomase una mayor conciencia del problema.

«Tenemos por una parte las denuncias o los casos considerados más leves y, por otra, los homicidios, donde se ve el impacto terrible y dramático. Eso no es suficiente, porque deja un hueco demasiado grande que no deja conocer la diferente graduación de la violencia, y permite que sea ocupado por todos los estereotipos, prejuicios y mitos que hay alrededor de la violencia», ha apostillado.

PROTECCIÓN EN LAS CASAS DE ACOGIDA

Acerca del caso de la mujer de 32 años que ha resultado herida grave en Granada y que vivía en una casa de acogida para mujeres maltratadas, Lorente ha explicado que en estas casas puede haber distintos niveles de protección y que en ellas se garantiza el anonimato y no se comunica la dirección ni al entorno más cercano de la mujer.

Si bien, ha indicado que pueden salir a la calle, a trabajar o a recoger a sus hijos del colegio y en ese momento pueden ser identificadas por algún conocido de su agresor. Por ello, ha subrayado que la protección de estos hogares es «más de puertas para dentro».

Además, Lorente ha sugerido «erradicar» el concepto de casas de acogida para víctimas de violencia de género. En su lugar, propone denominarlos «centros de recuperación» porque se trata de un lugar donde «la mujer puede tener una atención, un sitio donde dormir, comer y estar segura con sus hijos, donde recibir una atención psicológica».

El experto también ha invitado a reflexionar sobre el hecho de que una mujer víctima de violencia de género tenga que vivir en una casa de acogida, que sea ella la que tiene que ocultarse de su agresor. Por ello, ha pedido que en los casos en que se haya identificado el riesgo, se adopten medidas contra el agresor como la prisión provisional o los dispositivos GPS que, a su juicio, «no se utilizan lo suficiente».

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