El buque de rescate ‘Aita Mari’ ha regresado este domingo al astillero guipuzcoano de Kai Alde para denunciar el bloqueo del Gobierno de Pedro Sánchez a sus trabajos de rescate en el mar. «Seis meses después, España sigue impidiendo las labores», han lamentado.
A través de un comunicado, la ONG Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) ha hecho «cómplice» al Ejecutivo de la muerte de 597 personas este año por impedir que «tanto el Open Arms como el Aita Mari» no puedan ir «a la zona de aguas internacionales enfrente de Libia».
Así, los responsables del buque han convocado a los medios de comunicación a una rueda de prensa en la que explicarán sus próximos pasos y subrayarán «la política seguidista de Pedro Sánchez con el neofascismo» del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini.
«A pesar de nuestros esfuerzos de buscar una salida lógica a esta situación, hemos tenido que recurrir a los tribunales para defender los Derechos Humanos. A nuestro favor se ha posicionado Amnistía Internacional, decenas de ayuntamientos (incluyendo Madrid) y hasta el Defensor del Pueblo», ha recordado.
Pese a no poder desplazarse a la ruta migratoria entre Italia y Libia, el ‘Aita Mari’ ha participado en los últimos meses en labores de reparto de material humanitario. En concreto, el buque distribuyó ayuda a cerca de 12.000 refugiados en las islas griegas de Quíos y Lesbos.
Por otro lado, la ONG ha mostrado su «solidaridad» con la capitana del ‘Sea Watch 3’, Carola Rackete, que ha sido detenida y podría ser deportada de inmediato bajo la prohibición de entrar en territorio italiano durante los próximos cinco años después de atracar por la fuerza en Italia.
«La ofrecemos todo nuestro apoyo tanto a ella como a nuestra organización hermana Sea Watch. Consideramos que su actuación es conforme al derecho internacional y que debe ser exculpada de cualquier cargo», ha remarcado.