La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha propuesto crear una plataforma de empresas madrileñas y catalanas para atraer inversión a España tras el Brexit.
Según ha reivindicado la dirigente autonómica, en un desayuno informativo celebrado en Cataluña con empresarios, es necesario aprovechar las «oportunidades» que se generan con aquellas empresas asentadas en Londres que quieren permanecer en el marco de la Unión Europea.
Para la presidenta madrileña, desde el ámbito regional hay que trabajar para «construir la España próspera» que ha llevado al país a ser «una de las potencias económicas más importantes del mundo».
A su parecer, ni Madrid ni Barcelona deben competir con otras autonomías españolas para atraer inversión extranjera y empleo, sino con «las grandes capitales europeas».
Con la «libertad» como «fórmula», Díaz Ayuso busca atraer a «los empresarios» para que «saquen adelante sus proyectos» aprovechándose, en el caso de Madrid, de «una administración flexible y simplificada».
CATALUÑA «ES MÁS QUE TORRA»
De esta manera, también ha querido «tender puentes» entre los intereses de ambas autonomías, en un momento en el que «la deriva del proceso independentista» le preocupa.
«No puedo estar contenta ante una situación que no sólo resquebraja los principios liberales de nuestro orden constitucional, sino que va en contra de los derechos de los españoles, especialmente de los catalanes», ha recalcado durante su intervención.
Para la presidenta regional, «unirse a los independentistas es el peor error que ha cometido esa parte del empresariado catalán que se ha abandonado a sus consignas» y ha reivindicado que las compañías «no pueden vivir ni de subvenciones, ni de favores, ni mucho menos de consignas políticas contrarias a la razón».
En este punto, ha criticado que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, dijese la semana pasada que «la no cooperación con la Justicia es una obligación moral».
Para Díaz Ayuso, esto es «una declaración de principios» que alarma a los «demócratas» pero ha hecho hincapié en que, «afortunadamente», Cataluña «es mucho más que el señor Torra y más que el proceso independentista».
Para la líder del Ejecutivo madrileño, esta autonomía es «una fuente inagotable de talento»: «En toda España persiste, a pesar de lo acontecido en los últimos años, la imagen de una Cataluña emprendedora, trabajadora y próspera y de una Barcelona que sigue recibiendo todos los años a centenares de miles de madrileños. Aquí nos sentimos en casa», ha recalcado.
«MADRID NO QUIERE CRECER A COSTA DE CATALUÑA»
Por ello, en un momento en el que «una vez más, sectores independentistas convertirán la Diada en un ataque al resto de España» ella apuesta por «tender puentes» y reivindicar que»Madrid no quiere crecer a costa de Cataluña» sino que quiere que las dos comunidades lo hagan juntas.
En este sentido, ha reivindicado los «cuarenta años de experiencia histórica del Estado de las Autonomías» que permiten «hacer una evaluación, que debe de ser serena y sin prejuicios, sin miedo a reconocer que hay cosas que se pueden mejorar y corregir».
IMPASIBLES ANTE LOS «TIEMPOS DE ZOZOBRA»
Además, ha puesto el foco en que la «desaceleración económica en Europa es un hecho, con Italia y Alemania acercándose peligrosamente a la recesión técnica y, tras la evolución a la baja de China, EE.UU también empieza a presentar síntomas de fin de ciclo».
«Se avecinan tiempos de zozobra, en Cataluña y en toda España, y esta vez sí debemos estar preparados. Mantenernos impasibles ante esta situación, o volver a políticas que ya se han demostrado fallidas, puede provocar un retorno a la España de la crisis que todos pretendemos evitar», ha indicado.
MADRID, DIFERENTE AL «INMOVILISMO»
Además, ha aprovechado para reivindicar el papel de Madrid haciendo hincapié en que desde la Comunidad se presenta «una opción diferente a la del inmovilismo y a la inestabilidad política que genera el Gobierno central».
Considera que este es «incapaz de sacar pactos adelante para arrancar la legislatura, de cumplir con la dotación económica de las autonomías, de afrontar la desaceleración económica sin acudir a recetas que se han demostrado fallidas».