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viernes, 19 abril 2024
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Álex García protagoniza ‘Si yo fuera rico’, «una comedia con un gran trasfondo social» contra el «cabreo generalizado»

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Este viernes llega a los cines ‘Si yo fuera rico’, la nueva comedia de Álvaro Fernández-Armero (‘Vergüenza’, ‘Todo es mentira’) que relata la rocambolesca historia de Santiago, un perdedor al que la suerte lleva dando la espalda durante ya demasiado tiempo y cuya vida da un vuelco total gracias a un boleto premiado de lotería. Álex García (‘Gente que viene y bah’, ‘Litus’) y Alexandra Jiménez (‘Superlópez’, ‘Las distancias’) son los protagonistas de un filme que aterriza en las salas en un momento de «cabreo generalizado» en el que la comedia se antoja más «necesaria» que nunca.

«Estamos todos muy enfadados, porque la clase política nos lo está poniendo muy difícil al ciudadano medio de a pie», afirma Fernández-Armero en una entrevista a Europa Press en la que asegura que, a título estrictamente personal, nunca ha estado «tan irritado como en los últimos meses con la cuestión de no pacto». «Pero claro, a otros esa misma irritación les sale por otro lado», apunta en alusión a los resultados de las últimas elecciones y el ascenso de Vox.

Resultados que, según Álex García, «son consecuencia de cosas mal hechas en el pasado» y que reflejan el «cabreo generalizado» en el que vive la sociedad ante el hecho de que «nuestros políticos no sepan hacer política y no se pongan de acuerdo». «Eso también se ve en ‘Si yo fuera rico’. Hay personajes que no toman partido, algunos toman demasiado partido, otros están acomodados…», asegura el actor que sostiene que «nos guste o no, estamos reflejados en el resultado de las elecciones y también en una película como esta que tiene a toda la baraja española presente».

«Yo veo votantes de todos los partidos políticos en los personajes de esta película, del PACMA al PP», insiste García, que en ‘Si yo fuera rico’, una película que define como «una comedia con un gran trasfondo social» que toca temas como la voracidad de la banca o la precariedad laboral, interpreta a Santi, un hombre al que la fortuna le sonríe en el peor momento de su vida. En bancarrota, sin trabajo y en pleno proceso de divorcio de su esposa Maite (Alexandra Jiménez)… le tocan 25 millones de euros en la lotería.

¿EL DINERO DA LA FELICIDAD?

El problema es que se casó en régimen de gananciales, así que para no compartir la mitad de la fortuna con su inminente ex, Santi decide mantener en secreto su nueva y adinerada condición. «Si me tocara la lotería no se lo contaría a casi nadie, como el protagonista de la película», confiesa Fernández-Armero que coincide con el reparto de su película al señalar que el dinero no da la felicidad, aunque con algunos matices: «Ante la duda… mejor tener dinero. Ayuda a conseguir cierta felicidad, pero ese estado te lo tienes que currar tú mismo».

«El dinero no da la felicidad, te da más problemas. Cada cosa que te compras la tienes que mantener, la tienes que cuidar es un dolor de cabeza más que se te suma», asegura el actor que recuerda que en algunas épocas de su vida ha sido como su personaje en la película, «muy furgonetero» y que vivía con prácticamente «nada».

«Puede que el dinero no dé la felicidad… pero si hay que llorar, yo prefiero llorar montado en un Ferrari», replica con sorna Franky Martin, que junto a Adrián Lastra dan vida a Pedro y Marcos, los dos mejores amigos del protagonista. Dos personajes con los que, a pesar de todos sus excesos, defectos y «locuras», «es muy fácil identificarse».

Completan el reparto rostros tan conocidos como los de Diego Martín, Bárbara Santa-Cruz, Paula Echevarría, Isabel Ordaz, Antonio Resines, la estrella del surf Aritz Aranburu y Alexandra Jiménez, que encarna a Maite, la ya casi exesposa del protagonista y la principal razón de que éste esconda el dinero de la Lotería hasta que complete el proceso de separación. «Si se potenciara más la comedia, no solo en el cine, sino en la vida en general, estaríamos todos menos enfadados y menos fragmentados», afirma la actriz que destaca que películas como esta invitan «a reírse de todo, incluidos nosotros mismos, y a verlo todo con perspectiva y más inteligencia».

«La comedia siempre ha sido necesaria, es fundamental para mantener cierta salud», sentencia la actriz que reconoce que hay «cierta hipocresía» en criticar a quien más tiene, pero a la vez intentar a toda costa vivir como él. Algo que se ha potenciado, apunta, mucho más en los últimos años con la irrupción de las redes sociales que nos han llevado «a mirarnos más el ombligo» mientras a la vez «nos comparamos con los demás».

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