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viernes, 29 marzo 2024
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Miles de personas destierran a los coches del centro de Madrid en una multitudinaria Marcha por el Clima

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La joven activista sueca Greta Thunberg no ha podido participar en la marcha por cuestiones de seguridad y sólo ha dado un discurso al final.

Miles de personas, medio millón según Ecologistas en Acción, han inundado este viernes el principal eje de circulación del centro de Madrid, el que discurre desde Atocha hasta el Paseo de Castellana, desterrando a los vehículos con la multitudinaria Marcha por el Clima, la manifestación convocada por plataformas ecologistas ante la «emergencia climática» coincidiendo con la Cumbre Social por el Clima (COP25) que acoge la ciudad desde el pasado lunes.

Entre todos los miles de asistentes ha destacado la joven activista sueca Greta Thunberg, que se ha sumado a la manifestación tras cruzar el océano Atlántico en catamarán durante tres semanas desde Estados Unidos y recorrer en tren la distancia que separa Lisboa con Madrid.

A pesar de su deseo de participar en la marcha y la expectación que había generado su presencia en la marcha, la joven ha tenido que renunciar a la manifestación por cuestiones de seguridad y acudir directamente al escenario final a pronunciar un discurso.

«Tenía muchas ganas de estar en la marcha, pero es una cuestión de seguridad», ha lamentado Thunberg antes de subirse a un vehículo eléctrico, poco después de llegar a la manifestación en el bloque donde se apelotonaban los jóvenes de Fridays For Future, el movimiento internacional que inspiró la adolescente sueca con sus protestas cada viernes frente al parlamento de Escotocolmo.

Thunberg se ha dirigido en el vehículo al escenario instalado en Nuevos Ministerios, punto y final de una kilométrica marcha con broche musical, con la actuación de artistas como Amaral y Macaco, y que arrancaba sobre las seis de la tarde desbordando el Paseo del Prado de Madrid.

«Los líderes políticos nos están traicionando y no vamos a dejar que eso siga sucediendo, que se salgan con la suya. Decimos: Basta ya, el cambio viene os guste o no. No tenemos otra opción», ha sentenciado Greta en la Plaza de Nuevos Ministerios, donde termina la marcha climática.

Una hora después de que Greta se dirigiese directamente al escenario, la marcha todavía atravesaba la plaza de Cibeles, con la estatua de la diosa iluminada de verde. «Estamos hasta los pulmones de tantas emisiones», se coreaba al cruzar este céntrico enclave donde se encuentra la sede del Ayuntamiento de Madrid, al que se han dirigido abucheos por ser «un enemigo del clima», según el portador de la megafonía que encabezaba la manifestación.

LA MARCHA DE LOS NIÑOS

Entre los miles de asistentes se contaban muchísimas familias con niños que también enarbolaban pancartitas. «La pachamama no se mata», se leía en letra infantil en la de una niña. Otros han recorrido el itinerario en carritos. Incluso se les ha visto desafiar a la ley de la gravedad, como los dos ‘peques’ que se han descolgado con cuerdas y arneses (y supervisión adulta) del puente de Rubén Darío para desplegar una gran pancarta. No tenían ni diez añitos y su valor ha sido premiado con la ovación de la multitud.

En ese pelotón que se ha ensanchado al entrar en el Paseo de la Castellana destacaban los cánticos de dos niñas, Lucía y Naiara, hermanas que han acudido a la manifestación con sus padres. «Vuestro egoísmo mata nuestro futuro», coreaban, animando a quienes se encontraban a su alrededor. Estas activistas por el clima, que se sienten «muy identificas» con Greta, han recalcado que en el colegio les enseñan a respetar a la gente, «pero no tanto a respetar el medio ambiente».

José Manuel sí considera que los niños ahora están «mucho más concienciados que antes», si bien ha acudido a la movilización con sus hijos porque hay que «seguir actuando» contra el cambio climático y «tienen que seguir dándose cuenta de que está causa es muy importante».

A su lado estaban sus hijos y otros niños, hijos de unos amigos, gritando con poderío «No hay planeta B» y «ni un grado más, ni una especie menos». Según ha explicado José Manuel a Europa Press, han asistido en un grupo de 25 personas todos juntos a la manifestación desde el madrileño barrio de Tetuán.

LOS ECOS DE CHILE EN MADRID

Los jóvenes y adolescentes formaban otro de los gruesos de la multitudinaria protesta. Eran los más ruidosos en consignas, en competencia con la delegación suramericana. Chile ha sido protagonista en la manifestación madrileña: a los representantes del país organizador de la COP25 que acoge España se les ha reservado una posición destacada en la marcha, a la que han traslado el malestar social que hizo cambiar la cumbre de continente.

«España, en Chile matan gente», han gritado los llegados del país austral con pancartas que tildaban al presidente chileno, Sebastián Piñera, de «asesino como Pinochet». Detrás de ellos, un grupo de bolivianos extendían una gran ‘wiphala’, la bandera indígena del país andino, para denunciar la situación política en su patria.

Mientras, en medio de la multitud, Martín Sagrera, un incondicional en las manifestaciones de Madrid, repartía pancartas gratis con lemas contra el cambio climático. Este jubilado, que fue profesor de Ciencias Políticas, está presente en muchas movilizaciones, aunque confiesa que está «es la más importante».

En la larguísima manifestación, que ha recorrido casi cinco kilómetros guiada por una pancarta con el lema «El mundo despertó ante la emergencia climática», han asistido activistas ecofeministas, organizaciones ecologistas tradicionales y ONG, sindicatos y representantes de partidos políticos como Unidas Podemos, Ciudadanos, Más País y Equo.

En la Marcha por el Clima también se ha registrado algún incidente. La Policía Nacional ha dispersado a una docena de encapuchados, vestidos de negro, que se habían infiltrado en la manifestación. Algunos de ellos han sido identificados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tras lanzar objetos a la altura del Museo del Prado en el Paseo de Recoletos.

La Marcha por el Clima ha sido organizada por plataformas como Fridays For Future, Alianza por el Clima, Alianza por la Emergencia Climática o 2020 Rebelión por el Clima, y coincide con el comienzo de la Cumbre Social por el Clima, una cumbre alternativa a la COP25 que acoge Madrid, y que se prolongará hasta el 13 de diciembre con más de 300 actividades en diversas sedes, sobre todo en la Universidad Complutense.

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