El exconseller de la Generalitat encarcelado Jordi Turull ha defendido este martes que Cataluña siempre ha estado dispuesta a encontrar vías de entendimiento, y que están «dispuestos al diálogo, pero real». Turull pidió la unidad del independentismo y persisitir en el objetivo de culminar lo que comenzaron con el referéndum ilegal del 1-O.
«Incluso ahora, siempre y con todo lo que se está sufriendo, se está dispuesto al diálogo, pero real, no para marear la perdiz», ha sostenido en su comparecencia en la comisión de investigación del 155 en el Parlament.
Ha advertido de que es necesario «recuperar el espíritu de ir a la una de verdad, de unidad, de lealtad, de confianza, firmeza, civismo y determinación», lo considera una obligación como mandato de las urnas, ha dicho en referencia implícita a discrepancias entre JxCat y ERC.
Ha lamentado el «intento de inhabilitación exprés» del presidente del Govern, Quim Torra, y ha sostenido que es un ejemplo más de operaciones del que ha llamado ‘deep State’ –Estado profundo–, y que cree que deben hacer que cualquier demócrata se estremezca.
«PERSISTIR EN EL OBJETIVO»
Ha dicho que «persistir en el objetivo de culminar de forma pacífica y democrática lo que en Cataluña empezó el 1-O tiene más sentido que nunca», y que el 155 no sólo quiso intervenir a los representantes institucionales, sino el propio mandato de las urnas.
Para Turull, la aplicación del 155 en Cataluña supone «la culminación de un fracaso, el paso de la intervención del Govern a la intervención del mandato de las urnas, de la democracia», y ha añadido que el Estado solo busca la resignación ante las aspiraciones independentistas.
«SACRIFICIOS» SIN RESIGNACIÓN
«No puede haber una respuesta desde la contemplación ni espacio para la resignación ni la renuncia; al contrario, aunque este contrario suponga sacrificios para algunos y nos cuente, pero estoy seguro que estos sacrificios las futuras generaciones los agradecerán», ha sostenido.
Cree que la aplicación del 155 supuso un «by-pass que pasó no sólo de intervenir instituciones y finanzas, sino las urnas y la democracia», y ha avisado de que, por muchas veces que se aplique el 155, habrá representantes independentistas surgidos de las urnas hasta que el Estado acepte este mandato de los votantes en vez de silenciarlo, según él.
Turrull, asistido por la consellera de Presidencia, Merixtell Budó –cargo que ocupó–, ha criticado que el 155 se moduló «a gusto del consumidor», y ha afirmado que se busca una interpretación restrictiva para debatir sobre el autogobierno en Cataluña mientras que se usó la más extensiva para aplicar este artículo de la Constitución.
Ha asegurado que el 155 «se hubiese aplicado igualmente en su máxima dimensión para apartar a aquellos que no les gustan», y ha acusado al Estado de priorizar la defensa de la unidad de España por encima de los derechos y libertades fundamentales.