El portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha asegurado este martes que la reforma del Código Penal sobre delitos sexuales se va a abordar «de forma específica» y, por tanto, separada de la modificación relativa al delito de sedición que también ha anunciado el Ejecutivo.
En rueda de prensa en el Congreso, Echenique ha sido preguntado por esta iniciativa que ha generado declaraciones encontradas entre los miembros socialistas del Gobierno y los de Unidas Podemos.
Mientras la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha abogado por una reforma del Código Penal que incluya varias materias, como la protección de la libertad sexual, la protección de los animales o los nuevos delitos medioambientales; la ministra de Igualdad, Irene Montero, sostiene que los cambios en materia de violencias sexuales deben ser «específicos» porque tienen una «entidad propia».
En cualquier caso, Echenique ha asegurado que «existe un acuerdo en el Gobierno» sobre que las violencias machistas «son un tema con un peso específico» que va «más allá de la reforma del Código Penal».
PODEMOS YA PRESENTÓ SU LEY EN EL CONGRESO
«Y me consta que se va a abordar de forma específica como no puede ser de otra manera, por la entidad enorme del problema que tenemos de violencias machistas y asesinatos de mujeres en nuestro país», ha añadido.
Preguntado por el procedimiento específico de esta reforma, el portavoz morado ha explicado que aún «no está concretada» ya que se está «estudiando jurídicamente» cómo hacerla «de la mejor manera posible».
Si se opta por un proyecto de ley, el Gobierno tendrá que enviar el texto para que emitan sus informes preceptivos el Consejo General del Poder Judicial y el Consejo de Estado, antes de remitirlo al Congreso. Por contra, estos órganos constitucionales no tendrían que pronunciarse si se elige que sean los grupos parlamentarios quienes impulsen la reforma a través una proposición de ley.
Unidas Podemos ya presentó una ley de violencias sexuales en el Congreso en la pasada legislatura con el que querían agrupar abuso y agresión sexual en un único delito y poner la clave para calificar la conducta del agresor en el consentimiento de la víctima, el conocido como ‘Sí es sí’.
Este texto fue tomado en consideración por la Cámara baja en el último Pleno de la anterior legislatura, por lo que inmediatamente decayó con la disolución de las Cortes. A pesar del apoyo de la mayoría de los grupos, en el debate tanto PSOE como PP y Ciudadanos pusieron en duda la seguridad jurídica de la ley.