El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha reivindicado en la toma de posesión del nuevo director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, Pablo Salas, un proyecto para el Instituto Armado que subraye su neutralidad respetando el carácter militar, asumiendo también las políticas feministas que defiende el Gobierno.
En un discurso marcado por el uso de mascarillas por las medidas para prevenir el coronavirus, Grande-Marlaska ha defendido la gestión de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, en un contexto de críticas internas por el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos, a la que siguió los cambios en la cúpula de mando.
«Conozco su energía y confío plenamente en su proyecto para la Guardia Civil; un proyecto perfectamente alineado con las políticas de seguridad del Ministerio, feminista y basado en un liderazgo dialogante, que escucha a sus generales, a las asociaciones profesionales y también al resto de integrantes de la institución; un proyecto que tras esta etapa tan inusual aflorará con ambición, empuje y plena capacidad», ha dicho Grande-Marlaska sobre la directora general en un discurso que ha iniciado disculpando la ausencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Al discurso de Grande-Marlaska defendiendo la autocrítica y el «necesario apartamiento de la contienda política» de la Guardia Civil, le ha precedido el del teniente general Pablo Salas, quien ha prometido lealtad a la directora reinvindicando su orgullo de ser «solo guardia civil y militar». El DAO ha comentado que afronta el futuro «sin pena ni miedo», un guiño al libro de memorias del ministro del Interior.