La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha reiterado que su Departamento trabaja para que el proyecto de rescate de las nueve autopistas de peaje en riesgo de quiebra no tenga coste alguno para los ciudadanos.
Pastor manifestó asimismo su disposición a trabajar «el tiempo que sea necesario» para solucionar el problema de estas vías, que están en concurso de acreedores.
«Se sigue trabajando para dar solución a un problema que recibí, que heredamos, y para hacerlo sin que tenga coste alguno para los ciudadanos», aseguró la ministra tras la toma de posesión del director general de Arquitectura, Vivienda y Suelo, Juan Van-Halen Rodríguez.
«Hay todo el tiempo necesario para buscar una solución», indicó Pastor al ser preguntada por un calendario y plazos para cerrar el rescate de las autopistas.
La titular de Fomento se manifestó de esta forma a preguntas de la prensa dos días después de que el pasado martes presentara a los grandes bancos y a la patronal de autopistas y concesionarias Seopan el modelo diseñado por su Ministerio y por el Ministerio de Hacienda para solucionar el peligro de quiebra de una decena de autopistas.
En virtud del plan, el Gobierno contempla aglutinar estas nueve vías en una sociedad 100% pública tras previamente realizar una quita del 50% en la deuda financiera de las autopistas con los bancos y otra, también del 50%, en la deuda de la Administración con las constructoras que ejecutaron las infraestructuras.
El importe de deuda de 2.400 millones con los bancos que quedaría tras la quita, y el de 240 millones que se adeuda a las constructoras, se abonarían a través de su conversión en un bono a treinta años con una rentabilidad del 1%.
EL LUNES, RESPUESTA DEL SECTOR.
El Gobierno ha dado de plazo hasta este próximo lunes, 31 de marzo, a bancos y constructoras para respondan si finalmente este modelo para solucionar los problemas de las autopistas.
Las vías actualmente en concurso de acreedores y que pasarían a la nueva empresa nacional de autopistas son las cuatro radiales de Madrid, la Madrid-Toledo, la Ocaña-La Roda, la Autopista Eje Aeropuerto de Madrid, la Cartagena-Vera y la Circunvalación de Alicante.
Las sociedades concesionarias de estas vías tuvieron que acogerse al concurso de acreedores por el desequilibrio que les provocaron los sobrecostes de las expropiaciones de terrenos y el desplome de los tráficos por la crisis.
