El exrector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) José Carrillo ha responsabilizado este viernes ante el juez al director del departamento de Anatomía Humana y Embriología II del «descontrol» que había con el hacinamiento de cadáveres, tachando de «barbaridad» y «vergüenza» lo que pasaba en este área al acumularse medio centenar de cuerpos conservados en formol, han informado a Europa Press fuentes jurídicas.
Así lo ha manifestado durante su comparecencia en calidad de investigado en la causa que investiga la querella interpuesta por varios empleados de este departamento. Los querellantes acudieron a la Justicia tras contraer cáncer y otras patologías respiratorias como consecuencia de inhalar el formol y otros agentes químicos.
En su declaración, que se ha prolongado durante hora y media, ha manifestado que desconocía lo que pasaba en este departamento hasta que fue informado, momento en que sancionó al director, José Ramón Mérida, e investigó lo que pasaba.
Se certificó entonces, según Carrillo, que había «facturas ficticias de alquiler de salas para justificar los cursos y evitar pago de tasas», según las mismas fuentes. Precisamente, la fiscal solicitó hace unas semanas que la investigación se extendiera a delitos de malversación de caudales públicos y cohecho.
Carrillo ha llegado a afirmar que era «una barbaridad» lo que pasaba, destacando que sí había seguridad en la Universidad, pero que no se dieron cuenta. «Había mucha gente que tenía la llave», ha manifestado.
También ha prestado declaración el responsable del departamento de riesgos laborales, quien en la misma línea que los acusados ha asegurado que no tenía competencia en esa materia.
CODICIONES HIGIÉCNICO-LABORABLES
La querella se interpuso en concreto para denunciar las malas condiciones higiénico laborable de este departamento. Pilar Mansilla, que trabajó 10 años en este departamento, fue la primera en denunciar que había contraído cáncer y otras patologías respiratorias a causa de inhalar el formol.
Según Mansilla, la acumulación data de 2009 cuando llegó el director del departamento. «El profesor Merida quería más y más cadáveres y no le importaban la historia clínica, si eran gordos, daba igual su estado. Había hecho concierto con varios hospitales y no eliminaba los antiguos», manifestó durante su declaración y detalló que con el anterior director entraban 20 o 30 cadáveres y con Merida hasta 52.
