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John Dahl Carter: «La solución sería prohibir la presencia de barcos de rescate y de ONG en Libia»

Hay historias personales que merecen ser publicadas como la de John Dahl Carter; su trabajo se ha viralizado en la comunidad del África negra, su labor como defensor de los derechos de las personas desfavorecidas alertando de las consecuencias de la inmigración ilegal desde Túnez. Es de Camerún, soltero y con un hijo a su cargo. Profesionalmente se dedica al marketing y ofrece formación en su ciudad, cuenta con grandes dotes para la comunicación de masas, prueba de ello es su muro de Facebook.

¿Conoce Europa? ¿Ha visitado España?
Europa la conozco por la prensa, igual que España. No he estado nunca físicamente en ese continente.

Usted está en contacto con personas que realizan su proyecto migratorio pero ¿quién es el destinatario principal de su mensaje?
Mi proyecto va dirigido a dos públicos principalmente:
– La juventud africana, para que vea que es hora de que se responsabilice de sí misma y de que, en ningún caso, debería arriesgar su vida por buscar una felicidad que me parece utópica porque es posible quedarse aquí y tener éxito.
– Los dirigentes del mundo en general y los de África en particular porque callar ante esta tragedia que se repite es ser cómplice de la misma. Son los únicos que pueden encontrar una solución definitiva a este problema que tan caro cuesta al continente africano.

Usted lleva a cabo una labor muy positiva en las redes sociales. ¿Dónde tiene esta fuerza interior para contar al mundo lo que está ocurriendo?
Tengo alma de guerrero. Soy revolucionario por naturaleza. Esta fuerza interior que habita en mí es un arma que utilizo para defender a mi comunidad. Además, soy joven y esta problemática afecta a la juventud africana.

¿Cuál es la situación de los campos de internamiento en Libia?
Hay dos tipos de campos. Por un lado están los campos públicos y, por otro, los privados, dirigidos por particulares en el ejercicio de su sucia tarea.

La OIM lleva a cabo una campaña de repatriación de migrantes con vuelos, entre otros destinos, a Mali, Níger, Senegal o Nigeria. ¿Cómo valora estas iniciativas? ¿Los tienen en cuenta? El inmigrante que está en estos centros ¿quiere regresar a su país o considera esto como un fracaso?
Personalmente, no me parece una medida satisfactoria. Es un programa de ayuda al retorno voluntario puesto en marcha por la OIM para evacuar a los migrantes, en situación desesperada. Pero no tiene en cuenta que en Libia existen prisiones privadas y públicas. Muchos migrantes se encuentran hoy atrapados en prisiones privadas y no tiene posibilidad de identificarse para poder acogerse a una posible “evacuación”. Además, los que regresan no reciben ningún apoyo para facilitar su reinserción, al contrario de lo que se dice. Son pocos aquellos que reciben alguna ayuda económica para cubrir sus necesidades cotidianas.
Además, en Libia existen dos tipos de migrantes: por un lado están los que quieren regresar porque han vivido el infierno y, por otro lado, los que están dispuestos a todo para llegar a Europa porque han gastado cantidades astronómicas de dinero para llegar ahí y no se plantean en absoluto abandonar. Para estos últimos, la muerte aparece como una solución a sus problemas. Por lo tanto, la acción de la OIM no me parece saludable porque, en mi opinión, debería utilizar estos medios en la prevención y no en la curación.

A través de sus quejas se ha podido comprobar que la situación en estos centros constituye una violación de los derechos humanos pero ¿cuál es la situación real de estas personas? ¿Cómo es su situación en el extranjero?
En estos campos, la tortura a los negros es algo rutinario. Además de las palizas casi diarias, tienen verdaderos problemas de nutrición y sanidad. Solamente los fuertes logran aguantar. Los más débiles acaban muriendo. Eso es la jungla. En lo que a mí respecta, no fue fácil y sigue sin serlo aún. Pero he logrado al menos hablar con jóvenes de algunos países de África, para que me cuenten.

¿Cuántas personas cree que puede haber en esos campos? ¿Cuáles son las principales nacionalidades?
No le podría dar una cifra exacta de los migrantes que se encuentran actualmente en Libia. Llegan de todas partes y llegan todos los días. Es muy difícil ser objetivo en cuanto a las cifras. Suelen llegar de todos los rincones del África negra, principalmente de África occidental, es decir de Senegal, Mali, Nigeria, Costa de Marfil, etc. El número de migrantes de países como Camerún, Congo, Sudán, Yibuti o Eritrea es menor.

¿Número de campos? ¿Situación en los mismos? ¿Está aumentando o disminuyendo el número de migrantes?

Hay campos a lo largo de todo el territorio libio y hay dos categorías de campos, como ya señalé anteriormente. Aquí tampoco podría ser objetivo pero, lo que sí es seguro, es que hay más de un centenar de campos. Su situación es estable porque siguen llegando migrantes todos los días a Libia.

En su opinión, ¿qué papel debería desempeñar Europa en este fenómeno? ¿Cómo valora usted los resultados?

Por el momento Europa no reacciona, a pesar de las decenas de miles de muertos que se registran cada año. Si los jóvenes se marchan es simplemente porque quieren tener éxito en la vida y porque sus países no les ofrecen oportunidades para desarrollarse. Ante eso, creo que Europa debería hacer que los políticos africanos reconsiderasen sus políticas con respecto a los jóvenes, para hacer que estos se sientan mejor en sus países. Desgraciadamente, la juventud no interesa ni a unos ni a otros. Mientras que los africanos se sientan perseguidos, seguirán llenando las fronteras en busca del paraíso. Yo intento concienciar a mi juventud pero, por el momento, no lo estoy logrando. No puedo hacer más porque no tengo medios económicos pero creo que voy por buen camino y creo que algún día conseguiré cambiar la situación y evitarles a los jóvenes el camino del infierno.

¿Qué opina del trabajo de las ONG en Libia? ¿Cuáles son las ONG presentes sobre el terreno?

Personalmente creo que estas ONG están ahí más para enriquecerse que para ayudar. En la mayoría de los casos, lo único que les interesa es el dinero. El bienestar de los necesitados queda a menudo relegado a un segundo plano. La reciente inmovilización del navío “Open arms” por el gobierno italiano no hace sino corroborar lo que acabo de decir. Este barco al parecer recibió sobornos de algunos pasadores para que dejara pasar migrantes.

Hay ONG en tierra y ONG que trabajan en el mar. Entre las que trabajan en tierra están, por ejemplo, OIM, PREMIÈRE URGENCE INTERNATIONALE y OXFAM y entre las que trabajan en el mar, SOS MEDITERRANÉE, SEE EYE, SAVE THE CHILDREN, MEDECINS SANS FRONTIÈRES, etc.

¿Las ONG están haciendo una buena labor en Túnez o Argelia?

Nada, todo lo mismo. Los migrantes les importan un carajo.

¿Dónde pueden leer nuestros lectores su trabajo?

En Túnez colaboro solamente con la OIM. En lo que respecta a Naciones Unidas, me resultó más difícil acercarme a ellos, por lo tanto no sé donde se pueden leer.

¿Tiene personas o informaciones directas sobre lo que está ocurriendo en los campos? ¿Quién se está aprovechando de esta situación?

Por supuesto, sigo con gran atención todo lo que ocurre en algunas prisiones, evidentemente con la ayuda de los migrantes. Es obvio que los que sacan beneficio de todo esto son los responsables de esos campos, sin olvidar a los pasadores, que son sus aliados.

¿Las que se benefician son las mafias? ¿Cómo funcionan estas mafias?

Quien controla la situación en Libia es la mafia. Está bien estructurada, a veces desde el país de origen hasta Libia. Los migrantes pagan enormes cantidades de dinero a los pasadores para hacer la travesía. El pago se efectúa a veces desde el propio país de origen o desde los países de tránsito como Túnez, Argelia, Níger y Libia. Una vez que llegan a Libia, los migrantes son detenidos y encerrados en campos. De ahí, de nuevo con la ayuda de los pasadores, algunos son vendidos a particulares, en función de las necesidades de estos últimos. Puede ser empleados en tareas domésticas o en el campo, etc.

Por otra parte, el proxenetismo es también una realidad entre las mujeres. Vienen a buscarlas por la mañana para que trabajen en [el negocio] del sexo y las devuelven por la noche. Ocurren tantas cosas que no podría limitarme a una sola. El proceso es extremadamente complicado.

¿Cómo resolvería usted estos problemas de migración? ¿cuál sería su principal confirmación (sic)?

La primera solución sería prohibir la presencia de barcos de rescate y de ONG de ayuda a los migrantes en Libia. Si no hay más barcos de rescate ya no se hablará más de esas embarcaciones en las balsas. Porque, recordemos que la travesía dura entre 3 y 5 días y los migrantes a bordo de las balsas siguen esperando la ayuda de los navíos. Si estos últimos desaparecen, ya no habrá nadie para socorrerlos en el mar y eso supondría un freno en el fenómeno migratorio.

Asimismo, la ardua tarea incumbe también a los dirigentes africanos, que deben hacer que la juventud pueda realizarse, quedarse en sus países y tener éxito.

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