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    El Gobierno dice no poder confirmar que un embajador participase en una reunión de Corinna en Arabia Saudí

    Calvo asegura que cuando hay irregularidades son los jueces, y no el Congreso, quien tiene «la última palabra».

    La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha afirmado este miércoles que, hasta donde el Ejecutivo «ha podido averiguar», no puede «confirmar de ninguna manera» que un embajador español, Manuel Alabart, participase en una reunión de Corinna zu Sayn-Wittgenstein con un príncipe saudí en 2007.

    Además, ha añadido que «bajo la responsabilidad de este Gobierno, el Cuerpo Diplomático y el Servicio Exterior se limitarán a las funciones constitucionales que tiene estrictamente atribuidas». Calvo ha dicho que el Gobierno puede responder de lo que hace y de lo que conoce y que, conforme a eso, el cuerpo diplomático «cumple con todas sus obligaciones y también con los requisitos propios de la democracia» que es España.

    Calvo ha respondido así en el Pleno del Congreso a una pregunta del diputado de Podemos Rafael Mayoral, que le ha preguntado si la que fuera amiga del Rey Juan Carlos «participó de las actividades del cuerpo diplomático español». Todo ello a raíz de una información de ‘eldiario.es’ según la cual Manuel Alabart, entonces embajador de España en Arabia Saudí, partipó en una reunión entre Sayn-Wittgentein y el príncipe Waleed bin Talal que, según un diario oficialista saudí, versó sobre oportunidades de cooperación económica.

    La ‘número dos’ del Gobierno, aunque ha dicho respetar el «derecho a preguntar» del diputado, ha afirmado no poder confirmar ese encuentro, conforme a lo que el Ministerio de Exteriores ha podido indagar «con un embajador que ya no está, está jubilado y fuera del servicio público». Alabart es hoy vicepresidente de la empresa de ingeniería Técnicas Reunidas.

    Mayoral ha tenido que reformular su pregunta –en un principio quería preguntar expresamente por esa reunión– porque los servicios jurídicos del Congreso consideraron que el Gobierno no puede rendir cuentas de lo que ha hecho un Ejecutivo anterior.

    EL CONGRESO NO CONTROLA AL REY

    Además, Calvo le ha recordado la posición de los letrados de la Cámara, en el sentido de que el Congreso no puede controlar al jefe del Estado, y ha apuntado que, en lo que respecta a la responsabilidad de este Gobierno, la información ya la dio el director del CNI, Félix Sanz Roldán, cuando compareció –a puerta cerrada– a finales de julio en la Comisión de Gastos Reservados de la Cámara.

    La comparecencia se produjo a raíz de la publicación de unas cintas grabadas por el comisario José Manuel Villarejo, hoy en prisión preventiva e investigado por varios delitos, en las que Sayn-Wittgenstein acusaba al Rey Juan Carlos de irregularidades fiscales.

    Calvo le ha dicho a Mayoral que «en cuanto a las irregularidades», corresponde a los tribunales decir «la última palabra, y no a la Cámara». Precisamente, la semana pasada la Audiencia Nacional cerró la pieza que había abierto sobre este asunto.

    Mayoral, que no ha tenido respuesta a su pregunta de si Sayn-Wittgenstein actuaba en 2007 en nombre del Rey Juan Carlos, ha denunciado que se pretenda «poner una mordaza al Parlamento» para que no hable de lo que sí se habla en la calle.

    PODEMOS: «¿FUE EL REY EL SEÑOR X DE LA CORRUPCIÓN?»

    «Lo que está en juego es el derecho de los pueblos de España para saber si la Jefatura de Estado es un instrumento idóneo para la corrupción», ha dicho el diputado ‘morado’, y si ser jefe de Estado «da derecho a convertirse en súper millonario por medio de comisiones y de tener cuenta en paraísos fiscales».

    «La gran pregunta es si el Rey es el señor X de la corrupción», ha proseguido, defendiendo el derecho de la gente a saber «a qué se dedicaba el Rey mientras se destruían millones de puestos de trabajo». Y ha recordado palabras del propio Juan Carlos I: «Todos, sobre todo las personas con responsabilidades públicas, tenemos el deber de observar un comportamiento adecuado y ejemplar», ha rememorado, reclamando que «se conviertan en hechos».

    Para Mayoral, los «partidos monárquicos» deberían ser los más interesados en saber la verdad. «No conozco partidos monárquicos, conozco respeto al jefe de Estado porque es respeto a nuestra Constitución», le ha respondido Calvo.

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