El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, ha afirmado este martes que los Mossos d’Esquadra han actuado con profesionalidad y rigor en momentos complejos de gestionar, como el despliegue del cuerpo policial en Cataluña, y ante las «difíciles situaciones políticas de los últimos años».
Ha recordado que las tensiones políticas derivadas del otoño de 2017 han afectado a directivos y mandos de la policía catalana, entre ellos «el amigo, el conseller Joaquim Forn, y el major –Josep Lluís– Trapero», según ha dicho en su discurso en la presentación de 380 nuevos mossos destinados a la ciudad de Barcelona.
Buch también ha asegurado que todos son conscientes de la complejidad actual y de que «en los próximos días esta complejidad podría incrementarse aún más», aunque no ha hecho referencia explícita a la sentencia que el Tribunal Supremo (TS) tiene que dictar sobre el proceso soberanista y los dirigentes independentistas presos.
Ha indicado, ante los nuevos agentes, que los Mossos tendrán que resolver cualquier escenario que se produzca «siempre partiendo de criterios de actuación y funciones fijadas en la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de la Ley de la Policía de la Generalitat».
Siguiendo estos marcos legales y de acuerdo con las funciones de policía de seguridad ciudadana y judicial, ha dicho el conseller, los agentes tendrán que «dar cumplimiento a su misión básica de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y de garantizar la seguridad ciudadana, velando por la convivencia pacífica y la protección de las personas y los bienes, de acuerdo con el ordenamiento jurídico establecido».