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    Víctor Erice publica un ensayo sobre el escultor Oteiza: «No he dejado de ser cineasta»

    El realizador Víctor Erice, quien publica el ensayo ‘Piedra y cielo. Jorge Oteiza, una evocación’ con el respaldo del Museo de Bellas Artes de Bilbao y la Fundación BBVA, ha reivindicado su carrera cinematográfica recordando que su «tránsito al museo no cristalizará en una solución de continuidad».

    «No he dejado de ser cineasta, que ha sido mi dedicación principal», ha señalado el director durante la presentación del ensayo en Madrid, acompañado director del museo de Bellas Artes de Bilbao, Miguel Zugaza. El último largometraje dirigido por Erice data del año 1992, con ‘El sol del membrillo’.

    «Se olvida todo lo que he hecho después de ese año, que han sido bastantes cosas que han circulado por lugares no propios de la industria cinematográfica. El problema no es producir películas, sino dónde se proyectan y yo en los últimos años he hecho obra, pero desconocida», ha señalado el realizador.

    De hecho, ha sacado a colación su trabajo en 2012 en una película conjunta junto a nombres como Pedro Costa o Manoel de Oliveira. «Se estrenó en salas y no la vio casi nadie, independientemente de la relevancia de los directores. Sirvió para alimentar los festivales. Pero es que ahora, incluso para estrenar películas hay que pagar y eso quiere decir algo de lo que sucede en este país», ha lamentado Erice.

    El director cree que «hay algo de razón en lo de la ‘muerte del cine'», ya que «se siguen haciendo buenas películas, pero con un discurso unido a la experiencia». «Ya no se puede hablar de telespectadores, sino de consumidores, y el cine ha pasado de ser una experiencia pública a derivar a algo relacionado con lo doméstico», ha indicado.

    Preguntado al respecto de si cree que se acerca el final de las salas de cine, Erice se ha mostrado defensor de estos espacios. «El cine sigue siendo el lugar ideal para contemplar películas. No desdeño la experiencia del cine en otros dispositivos, es el signo de nuestros tiempos, pero no es lo mismo ni las películas se hacen ya de la misma manera», ha apuntado.

    Para el director, hoy en día «cualquier joven con su cámara y una aplicación de montaje en su ordenador puede hacer una película y subirla a plataformas», lo que es un punto positivo ya que se «amplía la experiencia». Por el contrario, lamenta que el cine profesionalizado esté «balizada por las grandes corporaciones».

    «Ellas dictan lo que hay que hacer y cómo hay que hacerla», ha criticado durante la presentación del ensayo en la sede de la Fundación BBVA. Erice ha abordado los procesos de creación de los artistas, recordando su trabajo sobre Oteiza para el Museo Bellas Artes de Bilbao que concluyó en una videoinstalación –y que ahora el cineasta quiere que viaje a Madrid–.

    «Al igual que Antonio López empieza muchos cuadros y los abandona, pero dando un gran valor a la experiencia creativa, yo hago lo mismo con los vídeos», ha apuntado, indicando además que no separa «la experiencia de director de la de espectador».

    «El cineasta no goza de la impunidad del pintor, porque trabaja en compañía de otras personas mientras que el pintor tiene la intimidad de su tiempo», ha resaltado Erice, quien además ha defendido el «compromiso con la realidad» que a su entender debe acarrear cualquier proyecto artístico.

    «Si el arte no se convierte en experiencia pierde en gran medida su utilidad. Yo doy por cumplido mi trabajo si ha servido de manera modesta para los ciudadanos», ha concluido el creador de ‘El espíritu de la colmena’ o ‘El sur’.

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