La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha destacado este lunes la labor de las organizaciones sociales del Tercer Sector que, según ha señalado, es «determinante» para «el reconocimiento de nuevos derechos» y para «el trabajo» en la Cámara baja.
Así lo ha hecho en la inauguración de la jornada ‘El impacto de la Ley del Tercer Sector y los retos pendientes’, que celebra el décimo aniversario de la aprobación de esta norma y que ha reconocido a diputados y ministros que impulsaron su desarrollo y tramitación.
Batet también ha tenido palabras para los parlamentarios que trabajaron en el texto entonces y que, a su juicio, son un «ejemplo de la utilidad del trabajo parlamentario».
La presidenta de la Cámara ha señalado como tarea «fundamental» de los representantes públicos en las Cortes el «mejorar las vidas» de los ciudadanos» y ha indicado que la Ley del Tercer Sector supuso un «cambio» y un «impulso» de un activo «fundamental en la sociedad».
Y, en este sentido, ha indicado que, aunque entre formaciones «la visión de la realidad y de la vida no sea la misma», siempre «hay puntos de acuerdo con el otro». «Y en esa tarea debemos empeñarnos cada día y así haremos mejor nuestro trabajo», ha declarado.
PILAR DE UNA «DEMOCRACIA FUERTE»
En su intervención, Batet ha celebrado que sean los «destinatarios» de la propia ley quienes hoy estén celebrando su puesta en vigor y ha agradecido a las organizaciones del Tercer Sector su trabajo para cumplir con el «principio de solidaridad» que, a su juicio, es uno de los pilares para una «democracia fuerte».
Porque, según ha indicado, los poderes públicos no pueden «actuar solos» si quieren ser efectivos en esta materia. De hecho, Batet ha llamado a la «sociedad en su conjunto», a las «empresas» y al «sector económico» a colaborar también en esta tarea en la que, según ha destacado, el Tercer Sector está «en primera línea».
La presidenta del Congreso ha indicado, además, que ante las crisis vividas en los últimos años — la de 2008, la pandemia y las consecuencias del conflicto bélico en Ucrania–, el trabajo de las entidades del Tercer Sector «ha cobrado todavía una mayor relevancia redoblado sus esfuerzos a favor de la cohesión social» y «defendiendo la dignidad de los más necesitados».
Además, ha destacado que, en disposiciones legislativas recientes, se ha reconocido a estas organizaciones la función de entidades colaboradoras de la Administración en la aplicación de políticas sociales en el ámbito del ingreso mínimo vital, la pobreza energética o los consumidores vulnerables.
«Es un trabajo que vertebra a una sociedad, una sociedad que se funda en el igual valor de todos sus ciudadanos y que, por tanto, no puede permitir la exclusión de personas y colectivos», ha declarado.
LA SOSTENIBILIDAD FINANCIERA A DEBATE
Finalmente, Batet ha señalado que existen aún «cuestiones abiertas» en relación a la ley y, entre los temas que se llevarán a debate en esta jornada debe estar, a su juicio, la sostenibilidad financiera de las entidades o el fortalecimiento de la interlocución en la formulación de las políticas públicas.
«Estoy segura de que este acto va a servir para subrayar la importancia del Tercer Sector como elemento constitutivo de una sociedad democrática avanzada», ha concluido.
