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viernes, 26 abril 2024
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El Papa mantiene cautelarmente la prohibición a Pell de oficiar misa y acercarse a menores hasta resolverse su apelación

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El Papa ha confirmado las medidas cautelares impuestas al cardenal australiano George Pell, que le prohíben oficiar misa y acercase a menores, hasta que se resuelva su apelación contra la sentencia que le ha considerado culpable cinco cargos de abusos sexuales por un tribunal de Melbourne.

«Para garantizar el curso de la justicia, el Papa ha confirmado las medidas cautelares ya predispuestas contra el cardenal Pell, es decir que mientras se atiende a la verificación definitiva de los hechos, al purpurado le sea prohibido en vía preventiva el ejercicio de público ministerio (sacerdotal), así como, el contacto en cualquier modo con los menores de edad» ha declarado el director interino de la sala de prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti.

Gisotti ha manifestado que la Santa Sede está esperando el resultado del proceso de apelación, «recordando que el cardenal Pell ha reiterado su inocencia y tiene derecho a defenderse hasta el último grado», si bien ha manifestado que esta «noticia dolorosa» ha impactado a muchas personas, «no solo en Australia». «Reiteramos el máximo respeto por las autoridades judiciales australianas», ha dicho.

A este respecto, Gisotti ha añadido que se unen a los obispos australianos en la oración por las víctimas de abusos, reiterando «su compromiso con hacer todo lo posible hasta que la Iglesia sea una casa segura para todos, en especial para los niños y los más vulnerables».

La sentencia se ha dado a conocer tan solo dos días después de la histórica cumbre convocada por el papa en el Vaticano para abordar la pederastia en la Iglesia.

Por su parte, el arzobispo de Brisbane y presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, Mark Coleridge, quien pronunció la homilía de la misa de cierre de la cumbre el pasado domingo, se ha mostrado sorprendido por la sentencia, pero ha señalado que respeta el papel de la ley. «Nuestra esperanza, en todo momento, es que, a través de este proceso, se hará justicia –ha señalado–. El mismo sistema legal que emitió el veredicto considerará la apelación que el equipo legal del cardenal ha presentado».

Asimismo, ha indicado que está rezando por todos los que han sufrido abusos y por sus seres queridos y se ha comprometido «a hacer todo lo posible para garantizar que la Iglesia sea un lugar seguro para todos, especialmente para los jóvenes y los vulnerables» en línea con lo declarado por el Santo Padre al ofrecer ocho pautas para erradicar la «monstruosidad» de los abusos a menores.

El que fuera el tercer hombre más poderoso de la Santa Sede, que actualmente se encuentra en libertad condicional, fue condenado el pasado 11 de diciembre, pero el veredicto estaba protegido por el secreto de sumario y no fue divulgado hasta este martes. Pell ha sido condenado por violar a un monaguillo de 13 años y abusar sexualmente en la década de 1990 de otro de la misma edad en el prestigioso colegio St. Kevins. La condena fue unánime, aunque no ha trascendido al momento la pena impuesta por parte de los doce miembros del jurado.

Su inculpación se produjo en las últimas fases de una larga investigación sobre las respuestas institucionales aportadas en Australia a los supuestos abusos sexuales cometidos contra niños, ordenada por el gobierno en 2012. El cardenal había comparecido en tres ocasiones en el marco de este caso y reconoció ante la comisión de investigación que había «fallado» en su gestión de los curas pederastas en el estado de Victoria en los años 70.

El eclesiástico fue ordenado sacerdote en Roma en 1966, antes de regresar a Australia en 1971, donde escaló peldaños de la jerarquía católica. Fue elegido en 2014 por el papa Francisco para arrojar luz y aportar transparencia a las finanzas del Vaticano.

Pell ha defendido su inocencia hasta el final: «Soy inocente de estos cargos, son falsos», señaló ante los periodistas en Roma el 29 de junio de 2017, después de que se le imputaran los cargos. Ese mismo mes, el Papa le concedió un periodo de excedencia para que pudiera defenderse tras su imputación que todavía no ha sido cancelado.

Hace apenas diez días, el Papa aprobó la expulsión del sacerdocio del exarzobispo de Washington, el excardenal Theodore McCarrick, al que redujo al estado laical, tras el juicio de la Iglesia en el que fue encontrado culpable de abuso sexual. Se trató de una decisión de la Congregación para la Doctrina de la Fe, aprobada por el Papa Francisco, por la que se le aparta del sacerdocio por sus delitos, según informó Vatican News.

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