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viernes, 26 abril 2024
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Calvo se defiende de las acusaciones de la oposición por su gestión del Open Arms: «No me parezco a Salvini»

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Todos los grupos, menos PSOE, PNV y PRC, critican su gestión durante 4 horas.

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, se ha defendido de las acusaciones y reproches de distintos grupos de la oposición por la gestión del Ejecutivo de la crisis del barco Open Arms, que esperó durante 19 días con más de un centenar de migrantes un puerto seguro, y ha rechazado la comparación con el ministro italiano del Interior, Matteo Salvini.

«No me parezco a Salvini», ha afirmado Calvo en su último turno de réplica en el Pleno extraordinario del Congreso solicitado por Unidas Podemos y apoyado PP, Ciudadanos, Unidas Podemos, ERC, PNV y Grupo Mixto. A esta formación ha dirigido Calvo sus últimas palabras tras un debate de 4 horas, aludiendo a su portavoz adjunta, Ione Belarra, que no ha tomado la palabra en la sesión de este jueves.

«Ione, yo no me llamo Mattea, soy la misma Carmen que algunas mañanas temprano me llamabas y yo te atendía con mucho gusto para hablar de algunos asuntos en materia migratoria donde nuestros criterios eran los mismos. En política se aguntan muchas cosas, pero creánme, en lo de parecerme a Salvini se ha llegado muy lejos», ha dicho antes de bajar de la tribuna de oradores, donde la esperaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

En su primera réplica, Calvo ya se había defendido de las comparaciones con Salvini. «Nadie puede confundir al Gobierno con la posición del Gobierno de Italia a través de Salvini, nadie. Salvini cierra los puertos, denosta a los inmigrantes, justo lo contrario de lo que representa este Gobierno», ha respondido.

Además, Calvo ha negado haber «demonizado o criticado» a las ONG como el Open Arms. En todo caso, ha insistido en que «el rescate tiene que ser rescate público». También ha asegurado que «ni una sola vez ha dejado un barco cercano o con pabellón español sin el ofrecimiento de ayuda». En concreto, ha recordado que el Open Arms ha ido a España 3 veces en un año, 1 a Barcelona y 2 a Algeciras. Pero ha dicho que el barco no quiso «en ningún momento» durante esta crisis «venir a puerto español».

Calvo también ha negado haber dicho que «esté prohibido rescatar en ningún sitio» y ha defendido su actuación en esta crisis de la que se «hicieron cargo», según ha dicho, en «48 horas», el tiempo que necesitaron el ministro de Exteriores y ella misma para hablar con el Gobierno de Italia y pedirle que atendiera las necesidades del barco humanitario. «Ya me dirán qué politica ni erratica, ni de cambio, ni de cierre de puertos ha cometido este Gobierno», ha apostillado. «¿Dónde está la incoherencia?», se ha preguntado.

PP: «NEGOCIO ELECTORAL»

Por su parte, la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, ha acusado al Gobierno de Sánchez de «hacer negocio electoral bajo la máscara de la solidaridad» con la gestión del Open Arms y ya antes, con el Aquarius, al que convirtieron «en un spot publicitario sin el más mínimo escrúpulo ni pudor».

Para la portavoz de los ‘populares’, su Gobierno y Salvini se parecen porque «utilizan a los migrantes para ganar votos, uno pescando en el sentimentalismo del Océano, que claman que las puertas están abiertas» y el otro «en la selva de la xenofobia».

Por su parte, Carmen Calvo ha reprochado a Cayetana Álvarez de Toledo que por un lado hable de «efecto llamada» y, por otro, les inste a «ir corriendo» a rescatar a los migrantes.

CIUDADANOS: «IMPROVISACIÓN»

Mientras, desde Ciudadanos, su portavoz, Inés Arrimadas ha criticado que Calvo solo haya nombrado a las mafias «una vez y al final» en su discurso inicial y le ha reprochado haber actuado en esta crisis del Open Arms con «improvisaciones».

En la réplica, Calvo ha preguntado a la portavoz de la formación naranja, sentada en su escaño junto al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, si debía tomar como la posición de su partido la expresada por su diputado Marcos de Quintos en un tuit en el que se refería a los migrantes del Open Arms como «bien comidos». «Podría haberlo escrito Salvini», ha enfatizado Calvo.

PODEMOS: «DEFRAUDADA»

Además, en cuanto a la intervención de la portavoz de Podemos, Noelia Vera, que ha acusado al Gobierno de haber «privatizado» Salvamento Marítimo, Calvo ha asegurado que «no tiene ninguna privatización ni problema» sino «los mismos efectivos» y ha defendido que «las órdenes de trabajo están en convecios internacionales».

La portavoz de la formación morada, que también estaba arropada por el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha recordado que «lo único ilegal en todo este asunto es dejar morir a personas en el mar» y se ha mostrado «defraudada» por la gestión de Calvo. «¿Cómo han pasado de hacerlo tan bien (con el Aquarius) a decepcionar a tantísima gente (con el Open Arms?», le ha preguntado.

VOX: MENSAJE A LAS MAFIAS

El líder de Vox, Santiago Abascal, ha propuesto que se impida a todos los migrantes que entren a España «de manera ilegal» que puedan regularizar «nunca su situación ni recibir ayuda social» en el país. A su juicio, la migración se ataja con «mandar un mensaje contundente a las mafias»: «Quien entre a España de manera ilegal no podrá regularizar nunca su situación ni recibir ayuda social».

Ante estas palabras, Carmen Calvo se ha compadecido de las portavoces del PP, Cayetana Álvarez de Toledo, y de Ciudadanos, Inés Arrimadas, por ir hoy «de la mano» del líder de Vox, Santiago Abascal que a su juicio se ha erigido en «portavoz» del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, y del primer ministro húngaro, Viktor Orbán.

La diputada María Carvalho de ERC ha tomado la palabra tras Abascal, y ha calificado la intervención del líder de Vox de «vómito», y ha proclamado que «ninguna ley, norma o tratado está por encima de la vida humana». Además, ha reprochado al Gobierno el «desmantelamiento» de Salvamento Marítimo, «un servicio público imprescindible» donde, según Carvalho, se producen situaciones como que migrantes tengan que defecar en bolsa de basura en los barcos por los recortes.

Por parte del PNV, el diputado Mikel Legarda ha evitado las acusaciones durante sus intervenciones y ha señalado «el problema estructural» de la migración como un asunto con «complejidad» que requiere acuerdos. También ha recordado la propuesta del lehendakari, Íñigo Urkullu, de repartir la acogida de refugiados y asilados por regiones teniendo en cuenta su riqueza, necesidades de población y niveles de paro.

Desde el Grupo Mixto, Ana Oramas de Coalición Canaria ha reprochado al PP el incumplimiento de los acuerdos de acogida de refugiados primero, aunque ha calificado de «desafortunada» la declaración en la que Calvo dijo que el Open Arms no estaba autorizado para rescatar a personas. En su opinión, el flujo migratorio «es un drama que va a ir a más».

A Europa ha apuntado también Oskar Matuta de EH Bildu, acusando a la política migratoria de la UE de convertir el Mediterráneo en la «fosa común de nuestro tiempo». Desde Navarra Suma, Sergio Saya, ha criticado la «obsesión por la imagen» del Gobierno de Sánchez y su «oportunismo». «Menos pensar en la imagen y más en la solución de los problemas», ha dicho para emplazar a coordinar también en Europa las políticas migratorias.

Joan Baldoví, de Compromís, ha recordado que desde su formación se sintieron «orgullosos» con la acogida hace un año del buque Aquarius por la «habilidad, rapidez y decisión» que mostró el Ejecutivo socialista. «Justo lo contrario de lo que se ha hecho con el Open Arms», ha apostillado.

Jose María Mazón, del PRC, ha defendido las «convincentes» explicaciones de la vicepresidenta, frente a las «críticas increíbles» lanzadas, en su opinión, desde la oposición. «Lo de Algeciras fue un error», ha criticado sin embargo. Por su parte, la diputada de Junts Per Catalunya, Laura Borràs, se ha referido al «viraje insólito» de «un Gobierno de izquierdas hacia una política propia del gobierno de Salvini».

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