El Papa Francisco ha reclamado que el «diálogo y la reconciliación» prevalezcan sobre la «venganza, la arrogancia y la corrupción», antes de rezar el Ángelus desde la ventana de su estudio en el palacio Apostólico del Vaticano, y ante miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro, que han ovacionado al Pontífice.
Tras celebrar la Misa en solemnidad de María Madre de Dios y con motivo de la 47 Jornada Mundial por la Paz, el Pontífice ha pedido a los fieles que se comprometan, con ayuda de la Virgen, al «clamor por la paz de los pueblos oprimidos por la guerra y la violencia».
«La violencia e injusticia que hay en el mundo no pueden dejarnos indiferentes», ha aseverado el Papa Francisco, para incidir en la necesidad del «compromiso de todos» para construir una sociedad «verdaderamente justa y solidaria».
El Pontífice ha invitado a los fieles y peregrinos allí reunidos que saluden «todos juntos» a la Virgen María diciendo «Santa Madre de Dios, Santa Madre de Dios, Santa Madre de Dios». Asimismo, les ha despedido, deseándoles «buen domingo, buen inicio de año, buen almuerzo y hasta pronto».