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jueves, 18 abril 2024
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El convenio de la banca para salvar Pescanova logra el respaldo del 63,65% de los acreedores

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Pescanova ha logrado que el 63,65% de los acreedores financieros y comerciales hayan dado su respaldo al convenio presentado por la banca atrapada en la pesquera para evitar su liquidación, a punto de expirar el plazo dado por el juez para sumarse a la propuesta, según ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

De esta forma, el apoyo de los acreedores al plan de viabilidad de los entidades financieras (Banco Sabadell, Banco Popular, CaixaBank, NCG Banco, BBVA, Bankia y UBI Banca) supera el límite legalmente exigido del 51%, teniendo en cuenta que estos bancos aglutinan el 30% del pasivo.

«Se considera que éste es un momento histórico que marca el principio de una nueva fase en la que el Grupo se mantendrá como una de las grandes multinacionales gallegas y cabecera de un grupo de referencia en la actividad pesquera y acuícola a nivel mundial», señaló la compañía.

El juzgado de lo Mercantil número 1 de Pontevedra amplió el plazo para adherirse al convenio de acreedores de Pescanova hasta este miércoles a las 15.00 horas.

Esta fecha coincide con la celebración de la junta de acreedores de Pescafina en la que han votado a favor de la propuesta de convenio un 68,89% de los acreedores con derecho a voto. Se abre ahora un plazo de diez días para formular eventuales impugnaciones.

La aprobación del convenio de Pescafina, en la que Pescanova cuenta con el 95% del capital, es determinante para el de la pesquera gallega, teniendo en cuenta que ambos tienen recíprocamente condicionada su eficacia, es decir, si no se aprueba uno, el otro tampoco, aunque tenga las mayorías.

La filial más grande de Pescanova, con sede en Madrid, fue declarada en concurso el pasado mes de julio en un procedimiento ligado al de la matriz, al compartir ambas un gran número de acreedores.

Con el apoyo mayoritario al convenio, la banca toma las riendas del grupo y Sabadell, Popular y Caixabank se convierten en principales accionistas, al ser los que mayor pasivo tienen pendiente con la pesquera, con cerca de 590 millones de euros, tras capitalizar deuda.

Tras recibir el visto bueno del juez, el acuerdo, que no modifica las condiciones de quita, supone un cambio en los sujetos que prestan el apoyo financiero al convenio, que pasarán a ser así ahora las entidades financieras, mientras que José Carceller y François Tesch, en representación de Damm y Luxempart, abandonarán el consejo en cuanto se apruebe el convenio o en su caso, si no fuera así, en el momento que se acuerde la apertura de la fase de liquidación.

De esta forma, la banca acreedora ve cumplidas sus exigencias, entre ellas recuperar un tercio del pasivo de Pescanova, es decir, unos 1.000 millones de euros, frente a los 700 millones de euros que figuraba en la propuesta de Damm y Luxempart y rebajar la quita al 60%.

Así, según la propuesta remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las entidades financieras asumen los términos de la oferta de financiación, con las modificaciones de que el importe del crédito supersenior queda fijado en 125 millones de euros y la supresión de la comisión por estructuración y aseguramiento.

Además, todos los acreedores que sean titulares de posiciones acreedoras bajo el tramo ‘senior’ y bajo el tramo ‘junior’ de la deuda de Pescanova resultante del convenio y de los convenios de las filiales españoles (la deuda reestructurada) tendrán derecho a participar en el crédito supersenior en proporción a su participación en la deuda reestructurada. En todo caso, el credito supersenior queda asegurado por la banca en aquella parte que pudiera ser no suscrita.

Como parte de la contraprestación del crédito supersenior, la compañía reconocerá a cada uno de los acreedores que participen en el mismo un crédito adicional por importe de 2,4 euros por cada euro comprometido, constituyendo el importe resultante (300 millones de euros) un nuevo tramo de deuda subordinada al crédito supersenior y a la deuda reestructurada.

Esta deuda subordinada se amortizará íntegramente a vencimiento, que será a 20 años desde la plena eficacia del convenio de Pescanova, y devengará un interés fijo anual del 1% si hay tesorería disponible. En caso contrario, dicho interés se devengará igualmente, si bien, en lugar de ser pagado, será capitalizado y satisfecho al vencimiento final.

SOCIO INDUSTRIAL, CONSEJERO DELEGADO Y REMODELACIÓN DEL CONSEJO

La propuesta inicial de la banca acreedora (Sabadell, Popular, CaixaBank, Bankia, Novagalicia, BBVA y UBI Banca) para reflotar la compañía incluía una inyección de capital de 125 millones de euros y la capitalización de unos 2.000 millones de euros de deuda, lo que supone una quita cercana al 60%.

Así, la banca tomará las riendas de la pesquera para darle continuidad de la mano de un eventual socio industrial, para lo que se encuentra inmersa en negociaciones, o con el nombramiento de un consejero delegado, entre los que se barajan nombres como el del administrador concursal Senén Touza, cargo que podría asumir una vez levantado el concurso, según informaron a Europa Press fuentes conocederas del proceso.

Las mismas fuentes no descartan asimismo una futura remodelación del consejo de administración de la pesquera al completo.

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