Cataluña y País Vasco, ambas con competencias transferencias en materia de tráfico, son las comunidades que concentran un mayor número de radares de control de velocidad. Cataluña casi cuadriplica con 18,8 radares, la media nacional por cada 1.000 kilómetros de vía, ligeramente superior a los instalados en el año 2013, y supone el 25,6 por ciento de todos los dispositivos desplegados en todo el territorio nacional. Solo en Barcelona, se concentran el 12 por ciento del total existente España, según una nota de prensa de Dvuelta.
En el País Vasco están ubicados el 6,7 por ciento de los radares lo que significa 13,53 por cada 1.000 kilómetros. En Madrid y Baleares la media es de 10 dispositivos.
Pese a existir una mayor presión sancionadora, en País Vasco y Cataluña los índices de siniestralidad son peores que los del conjunto de todo el país, según la información de Dvuelta.
En el caso de Asturias, la DGT ha realizado en 2014 un mayor esfuerzo inversor en dispositivos de control de velocidad. Así, esta comunidad ha pasado de 15 a 24 radares, lo que ha impulsado su ascenso en el ranking sancionador desde la posición 12 hasta la sexta, con 5,83 radares por 1.000 km de vía.
Por la parte baja de la tabla se sitúan Castilla León (ratio de 2,45), Extremadura (2,18) y Navarra, con sólo cuatro radares en total y uno por 1.000 km de vía.
En términos absolutos, también es Cataluña la comunidad que lidera el ranking, con 217 radares, muy por encima de los 128 de Andalucía, los 80 de Castilla y León o los 64 de la Comunidad Valenciana.