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jueves, 28 marzo 2024
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Cantabria se propone recuperar la población de urogallos del año 1982, con 20 ejemplares

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El Gobierno de Cantabria ha publicado este jueves en el Boletín Oficial el decreto por el que se aprueba el Plan de Recuperación del Urogallo Cantábrico (Tetrao urogallus cantabricu), que entrará en vigor este viernes 3 de octubre.

Con este plan, el Ejecutivo pretende recuperar la población del urogallo en la Comunidad Autónoma hasta los niveles de 1982, cuando se conservaban 20 ejemplares frente a los cuatro que, como mínimo, se contabilizan en la actualidad.

También se proyecta mejorar su hábitat e incrementar el número de áreas de canto ocupadas por esta ave en la región, que se encuentra en serio peligro de extinción.

Así la nueva normativa tiene como fin eliminar los factores de amenaza, y posibilitar la recuperación de la población y su hábitat.

La Consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural ha impulsado la elaboración de este Plan como instrumento legal para la conservación del urogallo, en peligro de extinción, al contar además con la «información suficiente» sobre el estatus, amenazas y la calidad del hábitat de esta especie en la Comunidad Autónoma, fruto de los estudios y trabajos llevados a cabo anteriormente.

El Plan recoge un diagnóstico de la situación actual y los objetivos, tendentes a asegurar la viabilidad de la población a largo plazo. En concreto, las actuaciones se encaminan a favorecer el éxito reproductor y la supervivencia de los adultos; disminuir la mortalidad no natural de la especie, y el establecimiento de un programa de cría y la creación de una reserva genética.

Se pretende garantizar también la conservación del los hábitats favorables y promover actuaciones de restauración de los mismos; asegurar la conectividad entre núcleos de población; aumentar el conocimiento de la especie y la conciencia social, e incrementar la participación pública respecto a la conservación de la especie.

Con el fin de evaluar el grado de cumplimiento, el propio Plan de Recuperación establece unos indicadores a alcanzar al final de su aplicación: lograr una población superior a 20 ejemplares adultos y en crecimiento, e incrementar el número de áreas de canto ocupadas, situadas en el área de distribución actual, respecto a la situación existente en el año 2012.

ÁMBITO DE APLICACIÓN

El ámbito de aplicación del Plan de Recuperación del Urogallo se compone de cuatro zonas: Tresviso, Peñarrubia, Camaleño-Vega de Liébana y Polaciones-Palombera-Bárcena Mayor. También se declaran tres áreas críticas para el urogallo en Cantabria: Tresviso, Camaleño y Vega de Liébana, zonas consideradas vitales para la recuperación y supervivencia de la especie.

El Plan articula una serie de medidas para la protección de estas zonas, con el fin de favorecer a la especie y su hábitat.

En general, las entidades y organismos que intervengan en el otorgamiento de licencias, concesiones administrativas o ejecuten obras en el ámbito de actuación del Plan deberán observar el cumplimiento de sus directrices.

Asimismo, será necesario en todas las actuaciones públicas un informe previo sobre su impacto en la población y hábitat del urogallo.

También, las directrices marcadas por este Plan deberán tenerse en cuenta en la elaboración de los estudios de impacto ambiental o de los informes de sostenibilidad ambiental.

En general, quedan excluidas de este régimen de autorización las inversiones que se realicen en los terrenos urbanos de las zonas rurales afectadas por el ámbito de aplicación de este instrumento.

En virtud de este Decreto, se crea un consejo asesor, formado por miembros del Gobierno regional, alcaldes de los municipios afectados, representantes de la Universidad de Cantabria (UC), de colectivos agrarios y ecologistas, y del Parque Nacional Picos de Europa.

FUERTE REGRESIÓN DE LA ESPECIE

La evolución de la especie en Cantabria, al igual que en el resto de la Cordillera Cantábrica, es de una fuerte regresión desde el año 1982 hasta nuestros días, pasando de los 13-21 machos en cinco áreas de canto en la década de los ochenta, a los cuatro ejemplares, como mínimo, en tres sectores, en el año 2013.

Por lo tanto, la población de urogallo en Cantabria ha ido desapareciendo de Este a Oeste, quedando recluida prácticamente al entorno del Parque Nacional de los Picos de Europa.

El origen concreto de su desaparición son las causas globales, como es el cambio climático, pero también a una serie de factores locales que pudieran haber afectado a la especie.

Entre ellas, la modificación del hábitat por ungulados silvestres; los efectos antagónicos de la evolución del medio forestal sobre la calidad del hábitat, debido al abandono del medio rural; el efecto de los depredadores; molestias durante el celo, y, como consecuencia, la nula tasa de reclutamiento juvenil.

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