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martes, 23 abril 2024
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Expertos de la UPV aconsejan talar los árboles infectados por el ‘tomicus’

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Expertos de la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Agronòmica i del Medi Natural (ETSEAMN) aconsejan talar y extraer del monte los árboles infestados por la plaga del Tomicus, que ha proliferado en la Comunitat por la «extrema sequía» que se está viviendo en la actualidad aunque afecta principalmente al norte de Valencia y el centro-sur de Alicante y Castellón.

Los especialistas de la escuela, perteneciente a la Universitat Politècnica de València (UPV), recomiendan, en los terrenos forestales de la Comunitat Valenciana afectados por la plaga «cortar los árboles infestados y descortezarlos o triturarlos o extraerlos del monte antes de que aparezcan los insectos adultos», según ha ifnormado el centro en un comunicado.

El profesor del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente adscrito a ETSEAMN, Antonio del Campo, ha explicado que «en los focos localizados, «deben cortarse los pinos que mantienen partes verdes para evitar que nazca la nueva generación de insectos que se encuentra en su interior». Esta decisión «debe ser tomada por personal técnico que conozca la biología del insecto», ha añadido.

Del Campo ha subrayado que los árboles muertos, ya sea directamente por la sequía o por la plaga, «ya no portan el insecto, puesto que éste ha salido del tronco y su corta no incide en el control de la plaga ni incide en agravar su evolución. Pueden considerarse otros motivos para su corta como los paisajísticos, de seguridad o cualquier otro que estime su propietario y transportarlo a donde considere oportuno».

Según los investigadores, aunque las acciones puestas en marcha por la administración pública valenciana entran dentro del «sentido común y del criterio lógico» que cabe esperar de un gestor del territorio forestal, «lo cierto es que su utilidad es muy dudosa si las condiciones climáticas no cambian, cosa que parece poco probable».

PRECIPITACIONES PROPIAS DEL CABO DE GATA

«Hemos de tener en cuenta que la precipitación de 2013-2014 en muchas zonas de la Comunitat es la propia del Cabo de Gata (área más seca de Europa), donde obviamente los bosques no pueden existir y aparecen formaciones fruticosas mucho menos exigentes en agua y más estables con el clima», han subrayado.

Además, han destacado como «imprescindible» la «concienciación social» de que el cambio climático «está conviviendo con la sociedad, que ha venido para quedarse y que no sólo trae cambios del paisaje, sino que también los traerá en otros aspectos de su socioeconomía y su cultura».

En esta línea, han indicado que la «aparición y rápida proliferación» de la plaga del Tomicus se explica por la «extrema sequía que está afectando a la Comunitat Valenciana, que ha tenido como consecuencia directa un deterioro en el estado fitosanitario de la vegetación, lo que ha supuesto la muerte de numerosos pies de pino carrasco (Pinus halepensis) y pino rodeno (Pinus pinaster), pero especialmente del primero por ser mucho más abundante».

SIN CONSTANCIA ANTERIOR

Se trata de una mortandad «excepcional, motivada por los bajísimos registros de lluvia de los que no se tiene constancia anterior».

De hecho, gran parte del territorio había recibido, cuando comenzó el problema, «menos de la tercera parte de la lluvia de lo que corresponde a un año medio y durante el último año hidrológico apenas llegó al 40 por ciento de la media». Aunque «algo» ha mejorado el último semestre, el déficit acumulado agrava «aún más la situación».

Así, han hecho hincapié en que «lejos de ser un episodio anecdótico y aislado de sequía, los deficientes registros indicados se unen a una serie con elevada irregularidad y déficit de lluvias (recuérdese por ejemplo el año 2012 y especialmente su primavera a la que siguió el catastrófico verano con más de 50.000 ha calcinadas sólo en la provincia de Valencia)».

Si bien las masas forestales mediterráneas pueden resistir una «elevada intensidad de estrés hídrico, también hay que tener en cuenta que la frecuencia y magnitud del mismo acaba debilitando y finalmente matando muchos árboles». Por ello, explican que «está claro pues que la debilidad del arbolado generada por la sequía, favorece la aparición de agentes dañinos de los denominados de debilidad».

En el caso de los pinares, han proliferado los insectos perforadores, la mayoría de los cuales pertenecen a la familia de los escolítidos. Se trata de insectos autóctonos presentes en todos los pinares, que precisan de cierta debilidad del arbolado para generar daños, «excepto cuando la población del insecto es muy grande, pudiendo afectar entonces a árboles completamente sanos».

ZONAS AFECTADAS EN LA COMUNITAT

En diversas zonas, especialmente en las más áridas de la Comunitat, se detectan «grandes daños sin detectar otro agente causante que no sea la falta de agua». La extensión es amplia, si bien las afecciones «normalmente no afectan extensas áreas sino que se concentran en focos más o menos localizados».

En el caso del sur de Alicante, las extensiones son «más amplias» y afectan a sierras enteras como el caso de Orihuela. El control de estas plagas «no es fácil, puesto que la vida de estos insectos se desarrolla mayoritariamente bajo la corteza donde se encuentran protegidos y no son accesibles mediante producto fitosanitario alguno». Además, la probabilidad de que un árbol sea afectado «resulta de una interacción compleja entre su genotipo y las condiciones ambientales que le rodean, lo que hace muy complicado prever qué árboles serán afectados».

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