El patrón de una de las últimas pateras llegadas a las costas de la Región de Murcia el pasado mes de julio ha ingresado en prisión después de que la Policía Nacional le detuviera por formar parte de una organización criminal originaria de Argelia, donde captaban a los migrantes que pagaban grandes cantidades de dinero para viajar en la embarcación.
A pesar de intentar camuflarse entre los inmigrantes como otra
víctima del tráfico ilegal de personas finalmente fue descubierto por
los agentes, según explican fuentes policiales en comunicado, en el que señalan, a su vez, que en la patera viajaban seis menores de edad.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 11 de julio, cuando se detectó la llegada de una embarcación, transportando 16 ciudadanos de nacionalidad argelina, una vez en el puerto de Cartagena, ocho de los pasajeros de la patera manifestaron a los agentes su minoría de edad, por lo que fueron trasladados al Hospital Nuestra Señora del Rossell, donde los servicios médicos y un forense certificaron que seis de ellos eran menores.
Iniciadas las primeras investigaciones por el Grupo III de la UCRIF de la Jefatura Superior de Policía de la Región de Murcia y la Brigada Local de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Cartagena, se pudo averiguar que un miembro importante de la organización criminal viajaba oculto entre el resto de pasajeros, y que previamente a su rescate se había deshecho de cualquier instrumento y documentación que le involucrase en el delito.
Una vez los investigadores reunieron los indicios necesarios, procedieron a su detención, siendo puesto a disposición judicial que ordenó su ingreso inmediato en prisión.
Los funcionarios policiales pudieron constatar que este individuo cobraba unos mil euros por el traslado de los inmigrantes desde la costa de Chlef y Mostaghanem (Argelia), hasta aguas territoriales, aleccionando dónde debía sentarse cada integrante, quién tenía que echar gasolina al depósito del motor, así como instrucciones sobre cómo debían comportarse si el estado de la mar empeoraba o qué debían decir si eran interceptados por las autoridades españolas.
Según apuntan las mismas fuentes, se da la circunstancia de que alguno de los pasajeros no sabía nadar y la organización criminal no les proporcionó ningún tipo de material de seguridad o chalecos salvavidas.
Los agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras lograron identificar a otros dos argelinos implicados en una segunda embarcación, llegada ese mismo día a costas de la Región, que fueron inmediatamente expulsados de territorio nacional a finales de julio.