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sábado, 20 abril 2024
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El general Alfonso García-Vaquero cree que actuar en países de origen es «clave» para evitar la expansión del yihadismo

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El general jefe de la Misión EUTM-Mali hasta agosto, Alfonso García-Vaquero, ha subrayado este miércoles que «actuar en los países de origen es clave para evitar la amenaza de la expansión del yihadismo».

En una nueva jornada del XXIII Curso Internacional de Defensa en Jaca, se ha abordado la situación de algunas zonas de interés relacionadas con el Islam en la sociedad del siglo XXI. En concreto, la amplia franja territorial que representan los países del Sahel en África, el conflicto entre Israel y Palestina, y también se ha ofrecido una visión sobre la yihad en el mundo.

El general Alfonso García-Vaquero ha hablado sobre ‘El Sahel: Frontera avanzada’ y, en su intervención, ha dado a conocer la difícil situación que se vive en el Sahel, que principalmente forman los países de Mauritania, Mali, Burkina Faso, Chad y Níger.

«Parece que están alejados, pero los tenemos a la puerta de casa y por ellos pasan todos los tráficos ilegales de armas, drogas y de personas». A su juicio, es en escenarios complejos como estos «donde hay que actuar, en origen y en los puntos de paso, antes de que cristalicen las amenazas en el conjunto de Europa».

En el caso concreto de Mali, ha asegurado que «hay una presencia muy importante del terrorismo radical de corte yihadista y terrorismo local con fuertes conflictos intracomunitarios por problemas étnicos».

«Debido a la globalización, grupos radicales como Boko Karam utilizan estos países como campos de entrenamiento, para rearmarse y prepararse para cometer atentados en todo del mundo, pero afortunadamente la comunidad internacional está reaccionando», ha indicado.

Para reducir la vulnerabilidad ante estas amenazas, ha apuntado que «el control de la frontera avanzada en Sahel y Oriente Medio es clave para el futuro de la seguridad europea. Las soluciones a aplicar deberían serlo desde una óptica regional, favoreciendo la colaboración entre países, desde una aproximación global, política, económica y de seguridad».

ESTABILIZAR LOS PAÍSES DEL SAHEL

A su juicio, además, la actuación transfronteriza «ayudará a reducir problemas relacionados con el terrorismo, el narcotráfico y la inmigración ilegal. Primero habría que estabilizar los países del Sahel, de forma que se den las condiciones mínimas para lanzar proyectos de desarrollo en ellos».

En este sentido, ha concluido que «las misiones existentes de reforma de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Seguridad del Estado se están mostrando como una herramienta muy útil para mejorar su seguridad, pero además de adiestrar, es necesario equipar con armamento y material a los diferentes ejércitos y policías, para que alcancen unas capacidades mínimas para defender el territorio y proteger a la población».

Este ha sido el principal mensaje que ha transmitido en el Curso Internacional de Defensa: «Mejor actuar antes de que lleguen aquí; esa es la clave y la principal dificultad. Nos tenemos que mentalizar de que las amenazas las tenemos muy cerca, una situación que, en general, no perciben los ciudadanos porque África es un continente cercano pero que culturalmente está muy lejos», ha aseverado.

ISRAEL Y PALESTINA, ¿LA PAZ POSIBLE?

A continuación, la subdirectora general de Oriente Próximo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Aránzazu Bañón, ha impartido la conferencia ‘Israel y Palestina, ¿la paz posible?’.

En su intervención ha destacado que en un momento tan convulso como el que se vive en la actualidad en Oriente Medio, «con una serie de conflictos superpuestos y una prioridad compartida que es derrotar el terrorismo, el conflicto árabe-israelí, que siempre ha sido el conflicto nuclear de la región, parece que queda desplazado en la agenda».

Sin embargo, ha señalado que «para el Gobierno de España resolver y dar una solución definitiva a este conflicto que dura más de 70 años sería un elemento que contribuiría a aliviar tensiones y a promover mayor paz y estabilidad regional».

La subdirectora general de Oriente Próximo ha destacado que el conflicto árabe-israelí «está jalonado de ciertas oportunidades perdidas y no nos podemos permitir perder más porque la situación de la región y su deriva es prueba suficiente para darse cuenta de la necesidad de dar una solución. Es posible, pero hace falta voluntad política y compromiso».

Pero es que, además, ha proseguido, «solucionar el conflicto realmente supondría un elemento de disminución de tensión que aportaría paz y seguridad a una región en una situación de crisis muy profunda».

La ponente ha insistido en que «no sabemos cómo va a ser Oriente Medio dentro de diez años, pero será muy distinto del que conocemos ahora».

«Vienen tiempos difíciles para el proceso de paz, que en estos momentos no existe, pero ahora que está en sus horas más bajas hay una necesidad urgente de avanzar decididamente hacia una solución sobre la base de dos estados, un estado palestino democrático y viable, y uno de Israel con derecho a existir, reconocido internacionalmente por todos sus vecinos y con su seguridad garantizada», ha manifestado.

LA YIHAD EN EL MUNDO

Por último, el general director del Instituto Español de Estudios Estratégicos, Miguel Ángel Ballesteros, ha ofrecido una visión panorámica sobre la situación de ‘La Yihad en el mundo’, para terminar explicando las claves de la fortaleza del Estado Islámico.

En su charla ha aportado algunos datos relevantes, al detallar que «en la actualidad, 20.000 personas de todo el mundo han acudido a hacer la yihad a Siria; un país tan pequeño como Túnez ha proporcionado 3.000 combatientes y muchos de ellos han regresado como grandes propagadores».

Tras relatar la evolución del yihadismo, desde que Osama Bin Laden reclutó combatientes en los años 80 para combatir a los soviéticos en Afganistán hasta el momento actual, con la creación del Estado Islámico en 2014, el general Miguel Ángel Ballesteros ha asegurado que «el yihadismo en el mundo está creciendo y es el motor de unos cuantos grupos terroristas».

Sobre la situación en Siria, se ha referido a lo preocupante que sería que el yihadismo alcanzara un objetivo que potenciaría hasta límites «insospechados» su expansión: la conquista de Damasco.

«Damasco es la capital histórica del Califato, han llegado a sus puertas y si cayera sería un efecto propagandístico en el mundo entero como factor de radicalización», ha comentado.

Ha concluido que «habrá que buscar soluciones entre todos; el éxito de Estado Islámico y la evolución del yihadismo como motor de los grupos terroristas ha permitido que haya un mapa donde se han implantado grupos radicales en muchas zonas».

A su juicio, «queda en la mano de la comunidad internacional luchar contra el yihadismo; en Occidente mediante estrategias que eviten la radicalización de los musulmanes que viven en esos países; y en el mundo musulmán, diseñando y estableciendo estrategias que eviten la radicalización de sus poblaciones, algo que todavía está lejos de conseguirse».

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