El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, ha asegurado que el Pentágono «asumirá» la responsabilidad que la investigación determine en el bombardeo efectuado por las tropas norteamericanas sobre el hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kunduz.
«Las Fuerzas Armadas estadounidenses tienen mucho cuidado en sus operaciones militares para evitar pérdida de vidas humanas y cuando cometen errores los asumen, y eso es exactamente lo que vamos a hacer», ha dicho Carter en un comunicado.
Carter ha subrayado que la responsabilidad asumida será la que determinen las investigaciones que los departamentos de Defensa y Justicia, además de la OTAN y un equipo conjunto formado por funcionarios estadounidenses y afganos están llevando a cabo.
«A través de investigaciones completas y transparentes seremos capaces de entender este trágico incidente, aprender de él y buscar responsables», ha sostenido, confiando en tener los hechos «lo antes posible.
Además, el jefe del Pentágono ha aprovechado para destacar «el importante trabajo que MSF hace en todo el mundo» y para reiterar «el profundo arrepentimiento» de Estados Unidos por «la pérdida de vidas inocentes».
BOMBARDEO EN KUNDUZ
Aviones estadounidenses bombardearon el sábado el hospital de MSF en Kunduz, dejando un saldo de 22 muertos, en el marco de las operaciones de combate llevadas a cabo en coordinación con las fuerzas afganas para expulsar a los talibán.
MSF asegura que el 29 de septiembre había informado tanto a las fuerzas estadounidenses como a las afganas de la localización exacta del hospital y que, incluso media hora después de avisar de las primeras bombas a los dos mandos, los proyectiles siguieron cayendo.
El Gobierno de Barack Obama ha admitido el ataque aéreo, pero ha cambiado de versión. Primero dijo que fue un «error» y ahora asegura que el bombardeo se llevó a cabo a petición de las tropas afganas, que les informaron de que estaban siendo atacadas desde esa posición.