18.5 C
Madrid
viernes, 19 abril 2024
Array

Medio Ambiente da el visto bueno al almacen temporal individualizado de residuos nucleares en la central

MÁS INFORMACIÓN

La Secretaría de Estado de Medio Ambiente ha emitido una Declaración de Impacto Ambiental «favorable» al proyecto del almacén temporal individualizado (ATI) de residuos nucleares en la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) por un periodo inferior a diez años, según publica este viernes el Boletín Oficial del Estado.

Así, la instalación acogerá hasta 32 contenedores de residuos nucleares por un tiempo inferior a diez años «siempre y cuando la disponibilidad del almacén temporal centralizado (ATC) sea la indicada en la planificación». El ATI se construirá dentro del recinto de la planta burgalesa y contempla el almacenamiento a la intemperie y la disposición en seco del combustible gastado de la central nuclear así como su protección física «de modo seguro y estable» hasta su traslado al ATC, cuya construcción se prevé en Villar de Cañas (Cuenca).

En total, en este ATI se espera depositar en posición vertical cuatro filas de ocho módulos por fila a razón de 16 módulos por losa, lo que suma una capacidad total de hasta 32 contenedores. Estos contenedores están formados por un vaso de acero al carbono de 187 milímetros de espesor. Este vaso tiene funciones estructurales de confinamiento y blindaje frente a las radiaciones gamma.

De cara a evitar los posibles impactos ambientales, el Ministerio establece una serie de medidas correctoras. Por ejemplo, para evitar la contaminación lumínica, se instalarán pantallas para impedir la dispersión de luz fuera de las zonas necesarias, dada la cercanía del ATI al río.

Además, para evitar posibles impactos a la flora y fauna, durante las obras de construcción del silo temporal, se tendrán que realizar un proyecto de siembra de al menos el doble de ejemplares extraídos, ya que según la Junta de Castilla y León, hay 441 ejemplares.

En materia de fauna, se solicita que se establezca una distancia de seguridad y un calendario de obras para realizar los trabajos debido a la posible presencia en las márgenes del río del visón europeo. Por ello, se realizará una prospección de nidos y madrigueras previa al replanteo, los movimientos de tierra y eliminación de la vegetación de la parcela.

Igualmente, deberá establecerse un plan de vigilancia ambiental y medidas específicas que garanticen la dinámica hidrogeológica, la calidad de las aguas y el caudal de descarga del acuífero de la zona de actuación, para que no se vean «significativamente» afectados por el proyecto.

Finalmente, entre las medidas correctoras también se requiere que se preserve al máximo la vegetación original y un la elaboración de un proyecto de siembra de arbolado autóctono en áreas abiertas en una proporción de, al menos, el doble de lo eliminado.

MÁS INFORMACIÓN

- Publicidad -
- Publicidad -

Última hora