Las emisiones de CO2 «tendrían que reducirse a cero durante este siglo», según el co-director de política climática en el Instituto Grantham de Investigación de la London School of Economics y Political Science (LSE), Dimitri Zhenglis.
En el marco de las lecciones magistrales de la Fundación Ramón Areces y la London School of Economics sobre ‘Cambio climático’. ¿Qué es lo siguiente después de París?’, Zhengelis ha participado con otros profesores de la LSE Graham Floater y Luca Taschini.
«El cambio climático plantea un reto a la modelización económica clásica. Si el calentamiento global ha de ser controlado en un nivel seguro, las emisiones netas tendrían que reducirse a cero dentro de este siglo», ha advertido.
Entre los principales asuntos de debate, se han analizado el estado de los mercados de emisiones de CO2, la creciente urbanización de la población mundial y el proceso de descabonización, los principales asuntos de debate.
Zhenghelis ha insistido en que debido al papel central que tiene el carbón en la economía, la reducción de las emisiones de CO2 solo puede hacerse a través de una «profunda transformación estructural que incluiría la descarbonización de los sistemas de producción, de la distribución y del consumo».
Además, ha añadido que la economía convencional ha tenido muy poco que decir hasta ahora sobre cómo ha de producirse dicho cambio, mientras que en diciembre, casi todos los países se han comprometido a reducir las emisiones en los próximos 10 a 15 años y «han aceptado que el camino a largo plazo debe de ser hacia la descarbonización».
Sin embargo, el experto admite que pese a que aún es «demasiado pronto» para ver si se ha alcanzado un punto de inflexión transformación bajas emisiones de carbono, pero el Acuerdo de París es un cambio fundamental en el enfoque para hacer frente al cambio climático».
Por otro lado, Floater prevé que dentro de 15 años más de 1.000 millones de personas vivirán en ciudades y ha destacado que si el proceso se gestiona bien, los beneficios potenciales son sustanciales, dando como resultado mercados vibrantes y un ambiente fértil para la innovación y la inversión en nuevas infraestructuras y tecnologías».
«Siguiendo las conversaciones sobre el cambio climático de París, los mercados de tecnologías verdes tienen muchas posibilidades de desarrollarse en las ciudades de todo el mundo» añade Floater.
Por su parte, Luca Taschini, también investigador del Instituto Grantham de cambio climático de la LSE, Luca Taschini, está especializado en el funcionamiento de los mercados de emisiones (conocidos como ETS) de CO2.