Oceana ha alertado de que el aumento de la contaminación y la basura frenan los avances que se están produciendo en la protección de los mares y con motivo del Día Mundial de los Océanos ha publicado imágenes de basura grabadas en zonas profundas que no se habían explorado con anterioridad.
De este modo, alerta de los daños que producen la contaminación y la basura en los océanos y en la vida marina y denuncia que el «abuso continuado» como si fueran vertederos están «lastrando los esfuerzos mundiales para proteger los hábitat marinos y para recuperar las poblaciones pesqueras.
Además, expone que durante sus expediciones, el robot submarino que se emplea permite a los científicos ver en detalle el fondo marino y estudiar el estado de conservación de los océanos y de la vida marina.
Entre los objetos que han podido encontrar hay latas, ordenadores, bicicletas y botellas de cristal, se pueden encontrar rastros de basura a cientos de metros de profundidad e incluso en áreas marinas protegidas. El alcance de la contaminación marina queda patente cuando la lente de los ROV saca a la luz este escenario en zonas que nunca habían sido exploradas.
El director ejecutivo de Oceana, Lasse Gustavsson, ha destacado que el Día Mundial de los Océanos trata de celebrar el mar y su contribución a las vidas en todos los modos posibles, como sustento, tiempo libre e incluso el próximo almuerzo.
«No podemos seguir con una actitud de ojos que no ven y tratando el mar como un vertedero. Tanto las especies amenazadas como las comerciales sufren el impacto de la basura que arrojamos desde tierra firme», ha advertido.
Gustavsson ha reclamado a los políticos y ciudadanos que enmienden la situación porque sus expediciones muestran que la basura está «generalizada» en los mares y que se encuentra en cualquier inmersión del robot submarino.
Además, la combinación de temperaturas frías y la falta de luz solar ralentiza la degradación del plástico y alarga su impacto sobre la fauna de profundidad, que tiende a crecer lentamente y tiene bajas tasas de reproducción.
Sin embargo, la ONG lamenta que este «preocupante problema» se suele pasar por alto en los artículos sobre los vertidos de plásticos, que tratan sobre todo de los residuos flotantes o hallados en aguas someras.