El Papa ha condenado el atentado de Turquía en el que 39 personas fueron asesinadas mientras pasaban la noche de fin de año en una discoteca de Estambul y ha arremetido contra «la mancha de sangre» del terrorismo.
«Por desgracia, la violencia ha golpeado también esta noche de celebración y esperanza. Con profundo dolor, expreso mi cercanía al pueblo turco, rezo por las numerosas víctimas y los heridos, y por toda la nación en luto», ha señalado Francisco tras haber rezado el primer Ángelus del año.
«Pido al Señor que apoye a todos los hombres de buena voluntad que hacen frente a la plaga del terrorismo y a esa mancha de sangre que envuelve el mundo con una sombra de miedo y de pérdida», ha agregado finalmente.
Antes del ángelus, el Papa ha oficiado la primera misa del año en la que ha reivindicado a las madres como el «antídoto» frente al egoísmo y al individualismo y ha alertado contra la «orfandad espiritual» que ha definido como «un cáncer que silenciosamente corroe y degrada el alma».