El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido este miércoles su política en materia de migración asegurando que es «decidida» y «coherente», basada en la «prevención» y en la «seguridad», teniendo en cuenta el «respeto a los derechos humanos de los migrantes» y el «fortalecimiento de la seguridad en las fronteras». «La política de este Gobierno es la que no existía en el anterior», ha apuntado.
En su intervención en el Pleno del Congreso, el ministro ha indicado que su departamento ha ampliado el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Algeciras (Cádiz) y el de en Motril (Granada); ha puesto en marcha una oferta de empleo para las oficinas de asilo; ha mejorado la coordinación en el Estrecho o ha realizado viajes a los países de origen y de tránsito en África.
Sin embargo, estas explicaciones no han sido suficientes para el diputado del PP, Carlos Rojas, quien le ha preguntado durante la sesión de control al Gobierno, por los retos de su departamento en materia de migración. Para el ‘popular’, el departamento que dirige Grande-Marlaska ha dado «bandazos» e incluso ha calificado su actuación de «caos».
«Miembros de su Gobierno han reconocido que la acogida del ‘Aquarius’ produjo un efecto llamada y abría la puerta a las mafias», ha apuntado Rojas, para indicar que, entonces, el Ejecutivo intentó «rectificar» con el segundo barco. Además, ha criticado la ausencia de coordinación con centros de internamiento «desbordados» y sin que se refuercen los cuerpos de seguridad en frontera.
«VIVE OTRA REALIDAD»
El diputado también se ha referido al anuncio de quitar las concertinas de las fronteras, que hizo el propio Grande-Marlaska, y le ha reprochado que hablara de este tema antes de buscar una alternativa porque, a su juicio, «cualquier laguna del Gobierno es una puerta a las mafias». Del mismo modo, le ha recordado las devoluciones sumarias que tuvieron lugar en la valla de Ceuta en agosto, y le ha recordado que cuando el PP llevaba a cabo esta práctica era criticada por el PSOE.
Para el ministro, Rojas «vive otra realidad». Sobre este último tema, sobre el que ya compareció en el Congreso, ha explicado que se produjo «en términos de legalidad» y sobre unos migrantes que «atacaron» de forma violenta a los cuerpos de seguridad.
En cuanto al ‘Aquarius’, Grande-Marlaska ha señalado que fue «una llamada de alerta a la cooperación en el marco de la UE» y el resultado, según ha indicado, ha sido la creación de un grupo de países «liderado por España» junto a Francia, Portugal, Alemania o Grecia, entre otros, junto a los que se va a encarar la crisis migratoria. «Un ejemplo de ello es el segundo ‘Aquarius'», ha apuntado el ministro, para recordar que, con este barco, hubo «solidaridad» entre estados y «reparto de cuitas».