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sábado, 5 octubre 2024
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El Papa pide que la lucha contra el hambre no sea sólo un «eslogan»

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El Papa ha reclamado una auténtica lucha contra el hambre que no se quede en un «eslogan», durante su discurso a los líderes del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), una agencia especializada de las Naciones Unidas que promueve el progreso económico de los habitantes pobres, sobre todo en zonas rurales.

«Estar decididos en esta lucha es primordial para que podamos escuchar _no como un eslogan sino de verdad_: ‘El hambre no tiene presente ni futuro. Solo pasado'», ha señalado durante su visita a la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Para ello, ha urgido a la comunidad internacional a poner en marcha soluciones efectivas al servicio de los pobres en las zonas rurales para derrotar el hambre. «Hay que lograr que cada persona y cada comunidad pueda desplegar sus propias capacidades de un modo pleno, viviendo así una vida humana digna de tal nombre», ha señalado.

Durante su discurso, el Papa ha alertado del hambre y miseria en el mundo al afirmar que no tienen «presente ni futuro, solo pasado». Por ello, ha reiterado a la comunidad internacional, a la sociedad civil a los que poseen recursos su implicación para acabar con estas lacras. «Las responsabilidades no se evaden, pasándosela de unos a otros, sino que se van asumiendo para ofrecer soluciones concretas y reales», ha señalado.

El Pontífice, que ha participado en la ceremonia de apertura de la 42º sesión del Consejo de Gobernadores del FIDA, ha dicho que con su visita quiere llamar la atención sobre «los anhelos y necesidades de la multitud de personas que sufren en el mundo». «Me gustaría que pudiéramos mirar sus rostros sin sonrojarnos, porque finalmente su clamor ha sido escuchado y sus preocupaciones atendidas», ha señalado.

En su tercera visita, la sede del organismo de la ONU en Roma, el obispo de Roma ha dejado claro que la erradicación de la pobreza pasa por «lograr el desarrollo rural». «Resulta paradójico que buena parte de los más de 820 millones de personas que sufren hambre y malnutrición en el mundo viva en zonas rurales, se dedique a la producción de alimentos y sea campesina», ha destacado.

En esta línea, ha subrayado que el desarrollo local «tiene valor en si mismo y no en función de otros objetivos» al tiempo que ha exhortado a contribuir desde el sector público y privado «a desarrollar los cauces necesarios para que puedan implementarse las medidas adecuadas en las regiones rurales de la tierra, para que puedan ser artífices responsables de su producción y progreso».

Para Francisco, es fundamental sumar esfuerzos porque los problemas del hambre «no podrán resolverse de forma aislada, ocasional o efímera». De este modo, ha instado a dejar de afrontar estos problemas «con resoluciones de emergencia» y a hacer protagonistas de la solución «a los propios afectados por la indigencia, sin considerarlos meros receptores de una ayuda que puede acabar generando dependencias».

«Se trata de afirmar siempre la centralidad de la persona humana, recordando que los nuevos procesos que se van gestando no siempre pueden ser incorporados en esquemas establecidos desde afuera, sino que deben partir de la misma cultura local», ha resumido.

El Papa también ha insistido en la importancia de apostar «por la innovación, la capacidad de emprendimiento, el protagonismo de los actores locales y la eficiencia de los procesos productivos para lograr la transformación rural con vistas a erradicar la desnutrición y a desarrollar de forma sostenible el medio campesino».

En ese contexto, el Pontífice ha remarcado la importancia de «fomentar una ‘ciencia con conciencia’ y poner la tecnología realmente al servicio de los pobres» y evitando que las nuevas tecnológicas se contrapongan a las culturas locales y a los conocimientos tradicionales, «sino complementarlos y actuar en sinergia con los mismos».

Tras firmar en el libro de honor, el Papa se ha reunido con un grupo de 38 representantes indígenas de 31 pueblos diferentes procedentes de América, África, Asia y del área del Pacífico. El Papa visitó la FAO en el 20 de noviembre de 2014 y el 16 de octubre de 2017.

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