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jueves, 28 marzo 2024
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¡Somos Tierra Santa!, de Francisco Javier Expósito, una peregrinación en busca de paz junto al autor de Moby Dick

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El poeta, escritor y periodista Francisco Javier Expósito Lorenzo emprende en el libro ‘¡Somos Tierra Santa! La Paz de Melville’ (La Huerta Grande) una peregrinación a Tierra Santa desde una doble mirada, la del propio autor y la del novelista Herman Melville, autor de Moby Dick, que también peregrinó en 1857, en busca de «paz» y en pos de «derribar los muros de la mente».

«Al final, separados por más de un siglo ambos viajes, te das cuenta de que el ser humano sigue siendo el mismo, y que necesitamos dar un paso más allá, como quería Melville y no consiguió hasta morir. La Paz que él buscó en tierras de Oriente Próximo está dentro de cada uno, y supone el derribo de los muros físicos y mentales que nos hemos creado, porque eso nos llevará a trascender las creencias, a desarrollar una mirada y una sociedad distinta que viva en paz», explica Expósito en una entrevista con Europa Press.

Según precisa el autor, en un «momento vital de cambio» en las sociedades y en el ser humano, este viaje «no es más que una metáfora de la mirada interior» de cada uno «que cobra vida en todo lo que ve fuera».

«El libro plantea un cambio de conciencia en la percepción de nuestra realidad, en los símbolos y en el ir más allá de nuestras creencias más sagradas para acceder a una realidad nueva sin hacer añicos la vieja, que nos lleve a una era de unidad de religiones y seres», subraya.

Así, asegura que más allá de etiquetas –pues este libro es «diario, novela, ensayo histórico, libro de viajes» y en él hay «espiritualidad, religión, filosofía, reflexión, humor y amor»–, el lector va a encontrar un libro que «le va a interpelar respecto a su posición interior respecto del mundo y él mismo al ir pasando por cada una de las fases físicas e interiores de la peregrinación». «Va a ser toda una aventura», afirma.

En concreto, el lector se adentrará en una peregrinación a Tierra Santa a la que se suma un invitado especial, el autor de Moby Dick, Herman Melville, que en 1857, cuando tenía 40 años, y tras no conseguir el éxito esperado con sus novelas, decidió emprender un viaje a Tierra Santa en busca de alguna inspiración.

«Melville fue un hombre al que la vida deparó muchas desgracias y frustraciones. Escribió casi toda su prosa en casi una década, y luego se dedicó a escribir poesía tras retornar de Israel. No estuvo nunca satisfecho consigo», comenta Expósito.

Por ello, le pareció que el viaje de Melville, de algún modo, era el viaje de la sociedad actual «torturada, agitada e insatisfecha, deseosa de tranquilidad e inspiración» y «en la que tanto cuesta encontrarse».

El primer contacto de Expósito con Melville se estableció cuando apenas tenía ocho o nueve años a través de una edición ilustrada de Moby Dick. «Nunca entendí que aquellos hombres se empeñaran en matar a unos animales tan pacíficos e inocentes como eran las ballenas. Por un lado, estaba la fascinación de la sombra de Ahab, y por otro, la repugnancia del daño a la Naturaleza que ofende a todo ser humano», recuerda.

Más adelante, descubrió al escritor que se encontraba detrás de esta novela, Herman Melville, que «quiso derribar durante toda su vida los muros que le perseguían, y que encontró en Jerusalén más altos que nunca».

MUROS MENTALES

«Esa es la división que anida en todos nosotros. Nos queremos dar al otro, porque vemos en él a otra parte viva de nosotros, y sin embargo, nos ponemos a la defensiva y levantamos muros mentales: creencias o etiquetas, banderas, naciones», subraya.

Si bien, a diferencia de Melville, a quien «le costaba tocar la maravilla de lo bello», para Expósito hubo «muchos milagros» en su peregrinación, más de un siglo después que la del autor de Moby Dick. «El viaje lo empezamos quince personas que no nos conocíamos, y lo terminamos siendo familia que veía en cada uno de sus rostros una parte del rostro de Dios, o sea, de nosotros mismos», destaca.

Para el autor de ‘¡Somos Tierra Santa!’, la mayor enseñanza de este viaje es «que no hace falta ir a buscar la Tierra Santa lejos» porque está en cada uno. «Todos somos Tierra Santa, somos el Santo Lugar, aquí, ahora, y el Maestro que llevamos cada uno dentro es el Espíritu que ha de salir a la luz para cambiar esta sociedad. Y esto no es un discurso religioso, soy espiritual, y tengo la convicción de que el ser humano necesita reconocerse, y eso intento en este libro», enfatiza.

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