La organización ecologista Greenpeace ha advertido de que el «colapso climático» de los océanos» amenaza la vida de entre 100 y 300 millones, que podrían verse afectadas si continúa a este ritmo. Por ello, la organización exige una respuesta global frente ante esta crisis que tiene «graves implicaciones para la biodiversidad y la humanidad» y requiere de una «respuesta política global urgente en los próximos doce meses».
Así lo ha puesto de manifiesto en un nuevo informe de la organización publicado paralelamente a la COP25 (la COP azul) en Madrid. Bajo el titulo, ‘La crisis climática y la necesidad urgente de protección de los océanos’, el informe asegura que el colapso del mar, debido al uso de combustibles fósiles, se está produciendo a una velocidad vertiginosa y a gran escala.
En este sentido, advierte de que se altera la estructura y las funciones de los ecosistemas provocando el calentamiento del agua, el aumento del nivel del mar y la acidificación y desoxigenación del océano.
«Los impactos más visibles del cambio climático comienzan y terminan en el mar: la subida del nivel del mar por el deshielo de los glaciares o las olas de calor marinas están provocando cambios en los ecosistemas costeros, un círculo vicioso que está causando profundas alteraciones — ha señalado Pilar Marcos, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace–. El cambio climático y la reducción de la biodiversidad marina no pueden abordarse por separado; sin embargo, aún no existen planes multilaterales ni instituciones globales con el poder necesario para gestionar conjuntamente estas crisis gemelas».
Según el informe, los impactos derivados, que aún se están investigando, serán en cualquier caso generalizados y de profundo calado. De este modo, apunta que a lo largo del próximo siglo, el aumento del nivel del mar desfigurará las costas de numerosos países, lo que puede llegar a triplicar la estimación de la cantidad de personas amenazadas. Casi tres cuartas partes de las comunidades más vulnerables se hallan en ocho países asiáticos, siendo China el más afectado. También recuerda que hasta la fecha dos tercios de los ecosistemas marinos ya se han visto afectados por la acción humana 2020, EL AÑO DEFINITIVO
Por todo ello, el informe insta a la acción coordinada de los gobiernos, aprovechando algunos momentos clave que van a tener lugar el año que viene y que constituyen una «ventana de oportunidad única».
En concreto, la organización ecologista pide a los gobiernos más ambición con sus objetivos nacionales para que sus emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan a la mitad en 2030 en la cumbre climática en España y en la del año que viene en Reino Unido, la aprobación de un Tratado Global de los Océanos en la ONU para finales de 2020 y el compromiso de proteger el 30% de los océanos a través de una red de santuarios marinos, también en la cumbre del Convenio sobre la Diversidad Biológica en China en octubre de 2020.
El informe ve la luz al mismo tiempo también que los gobiernos mediterráneos se reúnen en Nápoles para la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención del Mediterráneo de Barcelona, donde Greenpeace ha puesto en marcha una estación costera para monitorear el aumento de las temperaturas en el mar Mediterráneo, un punto crítico para los impactos climáticos.