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jueves, 28 marzo 2024
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La misa del Gallo, la bendición ‘urbi et orbi’ y el mensaje por la paz centrarán las Navidades del Papa Francisco

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Las Navidades del Papa Francisco estarán marcadas como cada año por la tradicional Misa del Gallo, la bendición ‘urbi et orbi’ y el mensaje por la paz, con el que comenzará el nuevo año 2020.

El Papa presidirá el 24 de diciembre a las 21,30 horas la misa del Gallo en la Basílica de San Pedro. Junto al Papa concelebrarán 30 cardenales, 40 obispos, 250 sacerdotes y 14 diáconos, mientras que otros cien curas darán la comunión.

Al día siguiente, el día de Navidad, Francisco se asomará al balcón central de la basílica vaticana e impartirá a los 1.200 millones de católicos del mundo su bendición ‘urbi et orbi’, en un contexto de guerras y de fundamentalismo religioso. Está previsto que el Papa se dirija «a la ciudad y al mundo» y que reitere su petición para que se ponga fin a las situaciones de guerra e injusticias en todo el mundo.

El 31 de diciembre celebrará las vísperas y el Te Deum en acción de gracias por el año que termina y la primera celebración del 2019 tendrá lugar el mismo 1 de enero, Solemnidad de María Santísima, Madre de Dios, y 50 Jornada Mundial de la Paz. El Papa celebrará una misa a las 10,00 horas en la basílica de San Pedro.

El Pontífice comenzará el año con su tradicional mensaje para la Jornada Mundial de la Paz y en el que denuncia que las guerras comienzan «por la intolerancia a la diversidad del otro, que fomenta el deseo de posesión y la voluntad de dominio».

En el texto que dirige a los jefes de Estado y de gobierno de todo el mundo, el Papa ha situado el origen de los conflictos en «el odio que instiga a destruir, a encerrar al otro en una imagen negativa, a excluirlo y eliminarlo». «La guerra se nutre de la perversión de las relaciones, de las ambiciones hegemónicas, de los abusos de poder, del miedo al otro y la diferencia vista como un obstáculo», asegura en su mensaje. En este sentido se espera que los discursos del obispo de Roma estén impregnados de alguna manera de este espíritu.

UN 2019 CARGADO DE VIAJES

El Papa comenzó el año 2019 con la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá en la que llevó un mensaje universal de paz para toda la región donde los jóvenes sin posibilidades quedan atrapados en las garras de la violencia extrema de las bandas o los narcotraficantes. Sus discursos aludieron a la pobreza, los feminicidios, pero sobre todo a la inmigración.

Las calles de Panamá se llenaron de jóvenes venezolanos con la esperanza de que el Papa realizara un gesto claro en favor de los que sufren por la represión del régimen de Nicolás Maduro, el hambre y la falta de medicamentos. En el rezo del ángelus dijo: «Ante la grave situación que atraviesa el país, pido al Señor que se busque una solución justa y pacífica para superar la crisis, respetando los derechos humanos y deseando el bien de todos los habitantes del país».

Si por algo se ha caracterizado los destinos elegidos por el Papa para sus viajes apostólicos ha sido por la ínfima presencia de católicos. Fue el primer Papa en viajar a Emiratos Árabes Unidos donde incidió en una de las apuestas más claras de su pontificado: el diálogo con otras religiones para lograr un mundo de paz y convivencia.

Para ello, fue clave el encuentro con el Gran Imán de la Universidad de al-Azhar Muhammad Sayyid Tantawy, con quien firmó la ‘Declaración de Abu Dabi’ un llamamiento al entendimiento entre credos para blindarse frente a los extremismos fundamentalistas. En marzo viajó a Marruecos con la intención de forjar relaciones de amistad entre musulmanes y cristianos. También fue el primer Papa en visitar Macedonia del Norte, cuna de la Madre Teresa de Calcuta a quien rindió homenaje.

Ese viaje fugaz comenzó con la visita de las ciudades búlgaras de Sofía y Rakovski donde además de estrechar lazos con la Iglesia ortodoxa, se dedicó a defender a los refugiados. En la capital búlgara de hecho visitó el campo de refugiados de Vrazhdebna. A finales de mayo visitó Rumanía para pedir el restablecimiento de la comunión entre católicos y ortodoxos.

En septiembre, viajó a África para visitar Mozambique, Madagascar e Islas Mauricio, un recorrido en el que hizo un llamamiento en favor del proceso de paz y de reconciliación en el continente. Y terminó su agenda de viajes cumpliendo su sueño de ser misionero en Japón. En su visita a las ciudades Hiroshima y Nagasaki, símbolo del terror de la guerra nuclear, denunció que «el uso militar de la energía atómica es hoy más que nunca un crimen». También se reunió con 300 víctimas de Fukushima.

El Sínodo de la Amazonía fue otro de los puntos clave de este año. Durante tres semanas más de 180 obispos buscaron soluciones a los problemas de esta región del planeta. Se cerró con la propuesta de ordenar como sacerdotes a hombres casados, con la condición de que tengan un diaconado permanente fecundo y reciban una formación adecuada para el presbiteriado. Además, se planteó que las mujeres puedan recibir los ministerios laicos del Lectorado y el Acolitado, entre otros.

LUCHA CONTRA LA IMPUNIDAD EN LA PEDERASTIA

El Papa, que cumplió 83 años el pasado 17 de diciembre, cerró este 2019 con varios nombramientos de altura en puestos clave del organigrama del Vaticano y con el levantamiento del secreto pontificio en los casos de pederastia, una histórica reivindicación de las asociaciones de víctimas que en la práctica supone un impulso a la colaboración con la justicia civil en estos procesos.

En febrero, convocó en el Vaticano a toda la jerarquía episcopal para atajar la lacra de abusos sexuales en la Iglesia que estuvo precedida por una decisión histórica en tiempos de la Iglesia moderna: la reducción al estado laical del excardenal estadounidense Theodore McCarrick, arzobispo emérito de Washington.

Nada más acabar la cita en el Vaticano, el Papa publicó 8 directrices para cambiar la mentalidad en la Iglesia y poner el foco en la protección de las víctimas antes que en la «actitud defensiva-reaccionaria de salvaguardar la Institución» y librarla de los escándalos, según señaló él mismo. Además, en mayo, promulgó el motu proprio ‘Vos estis lux mundi’ con el que estableció nuevos procedimientos para denunciar.

NOMBRAMIENTOS DETERMINANTES

Por otro lado, el Papa también ha avanzado en la reforma de la Curia Romana, en la que el Consejo de cardenales lleva cinco años trabajando, y que en última instancia será recogida a nivel jurídico en la nueva constitución apostólica que regulará la composición y competencias de los distintos departamentos y organismos de la Curia Romana y que sustituirá al texto legislativo Pastor Bonus, promulgado por Juan Pablo en 1988.

De hecho, ha reorganizado los vértices de los organismos que deberán dar vida a estas reformas. Lo más reciente es la designación del cardenal arzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle, como nuevo prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el ente del Vaticano que se encarga de las misiones.

Además, el Pontífice ha elegido al sacerdote jesuita extremeño Juan Antonio Guerrero para llevar las riendas del organismo que vigila todas las actividades económicas y administrativas de la Santa Sede y del Estado Ciudad del Vaticano. El cargo de Prefecto de la Secretaría de la Economía estaba vacante desde junio de 2017, cuando el cardenal australiano George Pell pidió una excedencia para defenderse de las acusaciones de abuso sexual que pesaban contra él en Australia.

Además, Francisco ha hecho otros dos nombramientos significativos en el tablero vaticano. Puso al frente del AIF al hasta ahora asesor de la Dirección del Banco de Italia en materia de vigilancia bancaria y financiera, Carmelo Barbagallo; y al hasta ahora fiscal jefe de Roma, Giuseppe Pignatone, que llevó las riendas de las investigaciones que concluyeron que la capital italiana tenía una mafia autóctona, a los mandos de la fiscalía general del Vaticano.

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