La Universidad Camilo José Cela ha hecho públicos veintitrés cuadernos manuscritos originales de los artículos de ‘El Color de la Mañana’ escritos a mano por el autor de ‘La colmena’, un trabajo «mordaz, crítico y de ironía fina» que alterna sus reflexiones políticas con anécdotas del día a día.
A principios del mes de enero de 2019 la universidad se hacía por 65.000 euros con estos documentos en una subasta en la casa Segre. «Los expertos desconocíamos de estos manuscritos, aunque cabía suponer de su existencia. Ahora toca estudiarlos y analizarlos», ha señalado el director de la Cátedra de Estudios Hispánicos del centro, Adolfo Sotelo.
No obstante, la legislación española establece el derecho de retracto para el Estado en estos casos, por lo que en seis meses se podía haber hecho una oferta para recuperarlos. Sotelo ha revelado que la Biblioteca Nacional estuvo interesada en ellos, pero finalmente no llegó a cerrar propuesta.
Cela fue escribiendo estos manuscritos en veintitrés cuadernos escolares de 21 por 14 centímetros, que contienen la tabla de multiplicar en su cubierta trasera y que constan aproximadamente de 70 páginas.
Además de los artículos «con una letra pulcra» y numerosas correcciones, se incluye también dos redacciones del discurso que el Premio Nobel de Literatura escribió con motivo del ingreso del escritor Mario Vargas Llosa en la Real Academia Española (RAE) en enero del año 1996.
Cela inició su última etapa periodística el 21 de noviembre de 1993, cuando se publicaron algunos de estos artículos en la serie ‘El color de la mañana’ del diario ‘ABC’. «Aquí comparezco de nuevo para ser leído, señoras y señores, con la venia de todos ustedes, que para eso están», escribía el autor gallego en su primera columna.
DE CINCO A UNA ENTREGAS
La frecuencia inicial de los artículos era de cinco entregas semanales, pero a partir de mayo de 1996, cuando el escritor cumplió 80 años, la periodicidad fue de un artículo semanal que tenía por costumbre ver la luz los domingos. En total Cela escribió más de setecientos artículos, la más extensa desde que obtuvo el carnet de periodista el 27 de mayo de 1943.
El último artículo (póstumo) trata del escritor José María Sánchez Silva, que falleció el 13 de enero de 2002, cuatro días antes de que lo hiciera Cela.
«El denominador común son las reflexiones de política nacional e internacional, pero no solo era el único tema: también atendía a los acontecimientos sociales y anécdotas de sucesos», ha señalado la investigadora Alba Guimerà.
LA CUESTIÓN DE ESPAÑA
En estos artículos llegó a hablar sobre las conmemoraciones del 23-F o la «cuestión de España» –Cela tenía una «visión bastante pesimista» sobre esto, llegando a afirmar que el problema «podía irse de las manos»– , así como de la composición del Gobierno de Felipe González –desde el humor– o la Guerra de Bosnia –asegurando que «el fracaso de los Gobiernos lleva a la guerra»–.
Pero también dejaba hueco a la anécdota, como cuando usaba un suceso –el fallecimiento de una mujer en un partido de voleibol por un infarto– para reflexionar sobre otros temas vitales, en este caso la muerte. «Estos cuadernos son la escritura del día a día, problemas que pasado el tiempo no pierden importancia», ha reiterado Sotelo.
El investigador ha revelado que algunos manuscritos no coinciden al completo con lo publicado posteriormente, si bien ha descartado que Cela sufriera censura en esta última etapa. Como muestra, ha recordado el artículo en el que deseaba felices fiestas a todos, «incluido Mario Conde» –justo cuando estalló la polémica de Banesto–, algo que finalmente no salió en el periódico.