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viernes, 29 marzo 2024
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Más de una veintena de ONG españolas siguen presentes en Haití 10 años después del terremoto

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Más de una veintena de ONG españolas siguen presentes en Haití 10 años después del terremoto que arrasó el país y dejó entre 200.000 y 300.000 muertos, similar número de heridos y que provocó que 1,5 millones de ciudadanos perdieran su hogar y otros bienes materiales. Fue el 12 de enero de 2010 y a día de hoy todavía se encuentran los escombros en las calles de la capital, Puerto Príncipe.

Entre estas ONG que siguen presentes se encuentran: ALBOAN, Acción Verapaz, Alianza por la Solidaridad, Arquitectura Sin Fronteras, Ayuda en Acción, CESAL, Cáritas Española, Cruz Roja Española, Entreculturas, Jóvenes y Desarrollo, Manos Unidas, Médicos del Mundo, Mensajeros de la Paz, Oxfam Intermón, según datos del Informe del Sector 2019 de la Coordinadora de ONG de cooperación para el desarrollo (con cifras de 2018), adelantados a Europa Press.

«Las ONG siguen presentes en Haití y siguen con el ‘chip’ puesto en el desarrollo y también en prevención de riesgo en catástrofes», ha asegurado a Europa Press el traumatólogo Felipe Noya, integrante de la Junta de Gobierno de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo y voluntario de Médicos del Mundo.

Según ha precisado Noya, la actividad de las ONG españolas en cinco años representa aproximadamente unos 36 millones de euros –fondos ejecutados por ONG financiados a través de la Agencia Española de Cooperación–, que es «aproximadamente el 14% de la totalidad de la ayuda humanitaria que España destina a Haití». Según añade Noya, uno de cada tres euros que maneja Haití procede de la ayuda internacional.

Atendiendo a los sectores a los que se ha destinado la ayuda, principalmente, Noya ha apuntado el agua, el saneamiento –pues poco después del terremoto hubo una importante epidemia de cólera– y la educación. Precisamente, ha recordado que se calcula que un 20% de los universitarios del país murieron en el terremoto de 2010, algo que «corta de raíz las posibilidades de desarrollo».

Otra de las ONG españolas que sigue presente en Haití es Manos Unidas. «Nosotros en el momento del terremoto hicimos proyectos de emergencia, alimentación, medicinas, realojo; desde entonces no nos hemos movido del país, y en los últimos años estamos tratando de incrementar nuestro presupuesto», ha explicado en declaraciones a Europa Press el responsable de proyectos de Manos Unidas en Haití, Lucas Bolado.

Según ha indicado, este décimo aniversario llega en un momento en el que, a las consecuencias que todavía quedan del terremoto –38.000 personas en campamentos provisionales, barrios periféricos sin agua, saneamiento, electricidad ni asfalto–, se suman las del huracán ‘Matthew’ que arrasó la costa suroeste del país en 2016, una crisis alimentaria y una crisis sociopolítica «bastante grave».

«La situación está igual o peor –ha remarcado Bolado–. Llevan 10 meses sin primer ministro, ha habido muchas protestas y huelgas, hay muchísima inseguridad en las calles, todos los servicios públicos están parados, como salud o educación. El año pasado se sumó la sequía y se calcula que el 40% de la población ya está en crisis alimentaria».

En medio de esta situación, lo único que funciona son los proyectos de congregaciones religiosas y ONG, según ha precisado Bolado. Manos Unidas mantiene proyectos de desarrollo en el ámbito agrícola, de la salud, la educación o el acceso al agua. «La gente no deja de trabajar allá, la población tiene mucha formación y muchas ganas de salir adelante», ha enfatizado.

SOLIDARIDAD DE LA POBLACIÓN ESPAÑOLA

En cuanto a la solidaridad de la población española, Bolado ha recordado que después del terremoto de 2010 hubo «un aluvión de solidaridad» y, aunque después «se fue reduciendo» la aportación, desde la ONG notan que «siempre hay muchas ganas de ayudar» a Haití.

Felipe Noya, de Médicos del Mundo y de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo, coincide en que la población se «vuelca» con el país afectado por la catástrofe, pero recuerda también las declaraciones de la activista haitiana Regine Charles quien lamenta que «se espere que haya grandes tragedias para prestar atención a Haití».

Entre otras, Cáritas Española también mantiene su colaboración con la Cáritas Haitiana para ayudar a los haitianos a «reconstruir su futuro y acompañar a las personas más vulnerables a combatir las causas de la pobreza» y ha canalizado más de 25 millones de euros aportados por los donantes españoles a través de la campaña de solidaridad ‘Caritas con Haití’ lanzada a raíz del seísmo.

Además, hay algunas organizaciones españolas dedicadas exclusivamente a la solidaridad con Haití, como Lanbi Elkartea, surgida en el año 2008 en Euskadi con el objetivo principal de promover iniciativas de desarrollo del pueblo haitiano. Jon Ezkerra, miembro de esta ONG, ha asegurado a Europa Press que «el país está peor que antes del terremoto».

Lanbi colabora con la comunidad de Arregy, un pueblo de montaña cercano a la ciudad de Jacmel. Desde los inicios, su prioridad fue atender a las demandas educativas de la comunidad local y abrieron una escuela de preescolar y un programa de becas, que con los años ha ido creciendo hasta convertirse en un Centro Educativo Comunitario que cubre hasta la secundaria y una media de 100 becas anuales, según explica Ezkerra, que el próximo jueves 16 de enero participará en un acto organizado por el IMF Business School en memoria del pueblo haitiano.

«Tras el terremoto se habló mucho de la reconstrucción de Haití pero la realidad es que la gran mayoría de donaciones prometidas en la Conferencia de Donantes de marzo de 2010, no llegaron (al igual que las prometidas por los Estados, en general). Y que, al igual que en el pasado, los intereses ajenos de la llamada comunidad internacional pesaron más que los de la sociedad haitiana que nunca tomó parte en las decisiones», ha indicado.

En este punto, Felipe Noya ha puntualizado que en aquel momento en el país había una situación «compleja» en la que los responsables para la gestión de la ayuda eran «débiles» y «gran parte de esta ayuda que se canalizó a través de agencias y de ONG se perdió en el maremagnum». Si bien, ha puntualizado que no la totalidad. «Gracias a la ayuda que llegó la gente pudo sobrevivir», ha zanjado.

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