El sindicato reclama centros de trabajo «más inclusivos» y avisa de que la ocultación conlleva «la renuncia a derechos consolidados».
Tres de cada cuatro personas LGTBI tienen miedo a revelar su orientación sexual o identidad de género en el trabajo y para acceder a un empleo por miedo a represalias, según recoge un estudio elaborado por UGT, que también señala que un 40% de personas trabajadoras pertenecientes al colectivo LGTBI han sufrido algún tipo de violencia verbal en el trabajo.
Así se refleja en el estudio ‘Hacia centros de trabajo inclusivos: la discriminación de las personas LGTBI en el ámbito laboral en España’, presentado en el marco de la celebración del Orgullo LGTBI 2020. La investigación, realizada durante el primer semestre del año, cuenta con una muestra de 3.344 personas encuestadas, 1.260 de ellas pertenecientes al colectivo LGTB.
En rueda de prensa, la secretaría confederal de UGT, Adela Carrió, ha destacado el «importante volumen» de respuestas obtenidas por primera vez en un estudio sobre esta materia, cuyo objetivo es conocer la realidad social y laboral de las personas LGTBI.
Respecto a los resultados obtenidos, los ha tachado de «preocupantes», al tiempo que ha denunciado que los actos discriminatorios contra las personas LGTBI están muy presentes en los centros de trabajo y que «se agravan» en el caso de personas trans.
Una de las conclusiones es que un 44% de los encuestados oculta su orientación sexual o identidad de género ante una entrevista laboral. Es más, el 40% de las personas trans aseguran haber sido rechazadas en entrevistas por prejuicios hacia a su identidad de género.
De hecho, cuatro de cada diez personas trans reconocen ocultar su identidad en entrevistas de trabajo y dos de cada tres personas trans tienen miedo a revelar su identidad de género en el trabajo. De acuerdo a este informe, las personas trans sufren una tasa de desempleo del doble en relación con el conjunto de la muestra, 67,27% con empleo.
El estudio, que hace especial hincapié en el colectivo trans y su discriminación en el entorno laboral, desvela que casi un 20% asegura haber sufrido violencia sexual. En concreto, un 14% insinuaciones de carácter sexual, un 7% abuso sexual, un 7,27% agresión sexual y un 3,18% violación. Muchas de estas personas han sufrido esta violencia «con alta frecuencia»: un 56% más de tres veces y en un 61% sin encontrar ayuda de nadie del entorno laboral.
EL 75% HA PRESENCIADO VIOLENCIA VERBAL HACIA EL COLECTIVO LGTBI
Por otro lado, un 75% de las personas consultadas reconocen haber presenciado algún tipo de agresión verbal hacia lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales en el trabajo. En este contexto, cuatro de cada diez trabajadores LGTBI aseguran haber vivido alguna agresión hacia sí o hacia otras personas LGTB en el puesto de trabajo, por motivo de orientación sexual, identidad o expresión de género; el 28% reconoce hacer sufrido chistes; el 25% comentarios de carácter despectivo, el 18% burlas; el 13% burlas y el 7%, insultos.
Por su parte, el 69,31% de los encuestados heterosexuales piensan que las personas LGTB no tienen las mismas oportunidades que las heterosexuales. En la muestra LGTB, el porcentaje sube al 74,52% entre los que piensan que no existen las mismas oportunidades.
Es más, el 90% de las personas LGTBI encuestadas han considerado un inconveniente ser LGTBI a la hora de encontrar empleo y el 86% considera necesario ocultar su orientación sexual para acceder a un empleo o en una entrevista.
Asimismo, tres de cada cuatro personas LGTBI han confesado haber tenido miedo a revelar su orientación en el trabajo. De acuerdo al estudio, esta situación deriva en un 17% de los casos en estrés o ansiedad, y 12% en trastornos musculares o gastrointestinales asociados a esa ansiedad.
Carrió ha denunciado que el colectivo LGTBi tiene «menos herramientas» para combatir esta discriminación. «No es justo que haya personas que vayan a trabajar con miedo», ha subrayado, rechazando también que otras tantas no hables de su vida privada «para evitar burlas».
Por su parte, el responsable Confederal del área LGTBI de UGT, Toño Abad, ha advertido de que esta «discriminación» en los centros de trabajo se haya convertido en «una violencia normalizada». «Los centros de trabajo no pueden constituir centros de exclusión», ha remarcado.
«RENUNCIA A DERECHOS CONSOLIDADOS»
Tal y como ha incidido, la ocultación de la condición LGTBI conlleva «la renuncia a muchos derechos consolidados», como los permisos de maternidad o paternidad, a licencias de matrimonio, entre otros.
Respecto al colectivo trans, ha pedido que se «agilice» el proceso de cambio registral, ya que hay casos en los que una persona es rechazada para un puesto laboral porque no coincide su apariencia física con su DNI. «Excluir del mercado laboral es una forma más de violencia», ha sentenciado.
«Existe un consenso generalizado de que las personas LGTBI no tenemos las mismas oportunidades. Necesitamos centros de trabajo más inclusivos», ha apostillado.
Desde UGT han elaborado una seria de recomendaciones para conseguir entornos laborales inclusivos y libres de violencia contra las personas LGTBI, como la aprobación de protocolos contra el acoso laboral por orientación sexual, identidad o expresión de género en el ámbito laboral.
También ha reclamado la aprobación de leyes estatales en defensa del colectivo LGTBI y trans, así como de una Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación. Al respecto, desde el sindicato han apuntado que España lleva años sin legislar y adoptar nuevas medidas en defensa del colectivo, en vísperas del 15 aniversario de la ley de matrimonio igualitario, una medida que han tachado de «positiva y gran avance».
De acuerdo al estudio de UGT, más de la mitad de las personas LGTBI encuestadas desconocen si hay algún protocolo laboral que les proteja frente al acoso laboral de carácter discriminatorio y la mayoría desconoce si hay medidas en los convenios colectivos. Solo el 19,90% manifiesta que existe formación entre sus representantes sindicales.