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martes, 16 abril 2024
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Carla Simón estrena ‘Alcarràs’, ganadora de la Berlinale: «El cine español no está tan bien como dicen, para nada»

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La directora Carla Simón, que estrena este viernes 29 de abril su película ‘Alcarràs’ –ganadora del Oso de Oro de la Berlinale–, considera que el cine español «no está tan bien para nada» a pesar de los éxitos recientes en forma de galardones o las últimas nominaciones a los Oscar.

«Para mí hay una cosa muy reveladora que es que esta película es una coproducción, no está hecha solo con dinero español, porque con dinero español no llegábamos. Y lo mismo ocurre con otra película que estaba en competición en la Berlinale, la de Isaki Lacuesta», ha recordado en una entrevista con Europa Press la cineasta.

«Cuando coincidimos allí los dos decíamos que, realmente, cuando se invierte en presupuesto y se pueden llevar a cabo las ideas que uno tiene en la cabeza, las películas llegan más lejos. Nos olvidamos de que las películas cuestan dinero, estamos muy acostumbrados a trabajar en precario y a renunciar como directores a que no se pueda hacer algo por falta de ese dinero», ha lamentado.

Simón ha reiterado que, en caso de no haber contado con esa coproducción, ninguna de las dos película españolas en la sección oficial de Berlín –‘Alcarràs’ y ‘Un año, una noche’– habría estado allí. «Es una reflexión a hacer: están saliendo muchas películas españolas acostumbradas a trabajar con presupuestos pequeños. Pero, ¿a dónde llegaríamos si realmente tuviésemos más dinero para hacerlas sin renuncias?», ha cuestionado.

La cineasta coincidió con Pedro Almodóvar a su regreso de Los Ángeles, tras la gala de los Oscar, y aprovechó para decir al realizador manchego «lo mucho que le admiraba». «Hablamos muy brevemente, no nos habíamos cruzado nunca y me dijo que tenía muchas ganas de ver la película. Es fuerte que alguien como él deje tanta huella en todo un país, pero también en los cineastas: para mí fue muy importante ‘Todo sobre mi madre'», ha indicado.

La autora de ‘Verano 1993’ afirma que su película es «una reflexión sobre la tradición y el cambio», tanto para la familia como un modelo de agricultura. «Pero mientras que con la agricultura no lo soy tanto, porque no hay un relevo generacional no por falta de vocación sino por dinero, sí veo motivos para estar optimista con el futuro de la familia», ha señalado.

«A lo mejor esa manera de vivir todos en el mismo sitio que muestro en la película se ve cada vez menos, pero entender la familia como un refugio sí es algo a reivindicar y lo vivo así. Y más después de una pandemia y con la cultura española que tenemos», ha comentado con humor la cineasta catalana.

ACTORES NO PROFESIONALES Y DIALECTO

En ‘Alcarràs’, Simón muestra la historia de una familia agricultora en un municipio ilerdense, la cual se ve obligada a dejar las tierras que llevan trabajando años debido a la decisión del propietario de apostar por otro negocio. La película está rodada con actores no profesionales y en un dialecto específico de la zona.

«Siento que ahora mismo ese modelo de transición es menos sostenible que antes, tienen que producir mucho y no les da. Es un problema que estas tierras sean abandonadas por esta gente, porque cuando tienes que dejar la tierra en herencia la cuidas de una manera, pero cuando eres una empresa, la explotas y es muy distinto», ha apuntado.

EL FUTURO DE LA AGRICULTURA

La película ha coincidido con el auge de las protestas de los agricultores españoles, quienes en el último mes llegaron a paralizar la cadena y alcanzar relevancia. Para Simón, esto «no es casualidad ni coincidencia», ya que «llevan mucho tiempo protestando sin que se les escuche».

«Solo uno de cada 100 agricultores con los que hablas tiene discursos positivos al respecto del futuro. Te pones a hablar con agricultores de economía y alucinas con lo que saben, porque les afecta, también de la globalización. Esto lleva ahí desde hace mucho tiempo», ha alertado.

Uno de los problemas a los que apunta la directora es el de saber el precio del producto. «No está regulado el precio y ellos pueden cultivar sin saber cuánto vale el kilo de melocotón hasta medio año después de recolectarlo. Es difícil tener un negocio familiar así y todo depende de los precios de las empresas grandes», ha lamentado.

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