El PSOE ha presentado una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados en la que insta al Gobierno, en coordinación con las comunidades autónomas, y en el marco de sus competencias, a garantizar el derecho a la educación de los niños con dislexia durante toda su vida escolar, así como a hacer efectivo el principio de inclusión educativa del alumnado con dislexia.
En la iniciativa, a la que ha tenido acceso Europa Press, plantean la promoción de la formación actualizada del profesorado y los logopedas, además de intensificar la detección temprana de las necesidades educativas.
En esta proposición no de ley, registrada para su debate en la Comisión de Discapacidad de la Cámara Baja, por las diputadas Laura Seara, Gracia Fernández y Puerto Gallego, reclaman al Ejecutivo también que garantice la dotación de los apoyos precisos y su continuidad a lo largo de todas las etapas educativas, más allá de las obligatorias.
Igualmente, quiere que se destinen los recursos económicos y humanos necesarios para lograr la efectividad de las citadas medidas garantizar el principio de inclusión educativa al alumnado con dislexia.
FALTAN RECURSOS
Según argumenta el PSOE, «es fundamental» en estos momentos de «preocupación e incertidumbre» sobre el modelo educativo garantizar una educación sin barreras, una educación donde cada persona desarrolle todas su potencialidades.
Sin embargo, creen que esto no está garantizado después de los recortes que ha llevado a cabo el Gobierno en educación, que ascienden a 5.200 millones de euros, y que se han traducido en el despido de 40.000 profesores, así como en un aumento de las ratios y horas lectivas del profesorado, lo cual ha obligado a reducir refuerzos, desdobles, tutorías individualizadas, entre otros puntos.
Estos recortes, además, dicen que van a seguir afectando a los «más vulnerables» y están suponiendo la descapitalización de la inversión educativa en las comunidades autónomas, ya que el 70 por ciento del presupuesto que tienen para educación se dedica a pagar al profesorado. «Inevitablemente, dejan de invertir lo necesario para lograr una política educativa que garantice la igualdad de oportunidades», apostilla el PSOE.
UN TRASTORNO DEL APRENDIZAJE
Según explican en su iniciativa, la dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, «de carácter persistente y específico», que se da en niños que no presentan ningún ‘handicap’ físico, psíquico, ni sociocultural, y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.
«Los niños con dislexia manifiestan de forma característica dificultades para recitar el alfabeto, denominar letras, realizar rimas simples y para analizar o clasificar los sonidos», agregan.
Además, sostienen que la lectura se caracteriza por las omisiones, sustituciones, distorsiones, inversiones o adicciones, lentitud, vacilaciones, problemas de seguimiento visual y déficit en la comprensión.
Por tanto, señalan que la dislexia supone mucho más que tener dificultades en la lectura y en la escritura, ya que existen problemas de compresión, de memoria a corto plazo, de acceso al léxico, confusión entre la derecha y la izquierda, dificultades en las nociones espacio-temporales.»Cada caso es único y no siempre se presentan la totalidad de los síntomas», apostillan las socialistas.
EL PROBLEMA DEL SISTEMA EDUCATIVO
A su juicio, el principal obstáculo reside en que en el sistema educativo los aprendizajes se realizan fundamentalmente a través del código escrito, por lo cual el niño disléxico no puede asimilar ciertos contenidos porque no es capaz de llegar a su significado a través de la lectura.
El alumnado con dislexia debe poner tanto esfuerzo en las tareas de lectoescritura que tiende a fatigarse, a perder la concentración, a distraerse y a rechazar este tipo de tareas, señalan las diputadas, a la vez que precisan que a menudo esta conducta suele percibirse como «desinterés» por parte del alumno, por lo que se les presiona para conseguir mayor esfuerzo.
«La dislexia puede ser tratada y los resultados que se obtienen suelen ser muy positivos. Para ello es fundamental conseguir un diagnóstico a tiempo y conocer con precisión el tipo de dislexia. El alumnado con dislexia precisa de ciertos recursos de apoyo específicos que deben prestarse en el entorno ordinario de cualquier escuela», agrega el PSOE.