La Guardia Civil se ha incautado de 1.100 gramos de hachís que se encontraban abandonados en la mediana de la A-1 a su paso por la comarca del Arlanza, en la provincia de Burgos, según han informado a Europa Press fuentes del Instituto Armado.
Los hechos se han producido este lunes, 24 de agosto, cuando fuerzas del Grupo de Reserva y Seguridad de Léon desplegaban un control dirigido a interceptar por vía terrestre el tránsito de estupefacientes, cuya finalidad es evitar el tráfico de drogas y su transporte por carretera.
A las 19.30 horas, en la autovía A-1 a su paso por la comarca del Arlanza, con ocasión de revisar preventivamente los márgenes de la vía, componentes de esta Unidad localizaron seis paquetes que contenían una sustancia de color marrón, envueltos en plástico fino transparente, un kilómetro antes del punto del control.
La mercancía que parecía haber sido abandonada, se encontraba en la mediana de la vía. Una vez inspeccionada, la textura, color y olor coincidía con el hachís, y venía dispuesta en once pastillas de 100 gramos de peso cada una.
El propietario o propietarios del «paquete», seguramente sorprendido por la presencia de alguno de estos controles que la Comandancia de Burgos establece y distribuye por toda la provincia, decidieron desprenderse rápidamente del mismo cuando lo transportaban para evitar así ser descubiertos en el dispositivo policial.
La droga, que estaba ya dispuesta para su distribución, será entregada en el Servicio de Sanidad correspondiente. Las diligencias instruidas se presentarán en el Juzgado de Instrucción de Lerma.
Este tipo de controles son corrientes en las carreteras de Castilla y León y refuerzan los controles que diariamente realiza cada Comandancia en la demarcación natural de su provincia, a través de las propias unidades territoriales y la USECIC con el apoyo del Servicio Cinológico aportando un perro adiestrado en detección de drogas y estupefacientes.